La «excepción» de Cospedal irrita a varios barones autonómicos
Rajoy justificó la ausencia de más presidentes regionales en la ejecutiva nacional del PP para evitar la acumulación de cargos
SEVILLA.Actualizado:«Para esto podríamos haber celebrado el congreso en Toledo y no en Sevilla», se quejaba un dirigente popular de Andalucía tras conocer el sábado por la noche la composición del nuevo comité ejecutivo nacional del PP.
Un órgano hecho a la medida de Dolores de Cospedal, que toma las riendas de un partido que, tras el cónclave de Sevilla, sigue siendo una balsa de aceite, aunque algunas de las decisiones de Mariano Rajoy hayan provocado cierta «desilusión» entre los barones autonómicos del PP.
Algunos de ellos albergaron esperanzas de poder formar parte del núcleo duro del partido, algo a lo que se oponía tanto Cospedal como Rajoy. La justificación que dio el entorno del presidente del PP tanto a los líderes regionales como a los ministros que querían retener su cuota de poder orgánico es que la actual situación económica exige dedicación plena a las instituciones que se gobiernan. Además, Rajoy es poco partidario de la acumulación de cargos, con una excepción, Cospedal. Y esto es lo que irrita a más de uno en el PP, que la secretaria general pueda compaginar sus responsabilidades como presidenta de Castilla-La Mancha y las del partido, y otros tengan vedado ese terreno. Cospedal, además, ha colocado al frente de la Secretaría Electoral del PP a uno de sus más estrechos colaboradores y actual presidente del Parlamento castellano-manchego, Vicente Tirado.
Otros cargos de la comunidad que dirige Cospedal, como los diputados por Cuenca José María Beneyto y María Jesús Bonilla, dan el salto a la dirección nacional como coordinador de Estudios y como secretaria del Comité Electoral. Pero hay más. Dos consejeros del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz y Marisa Soriano, se encargarán de las secretarías de Sanidad y Agricultura.
Falta de comunicación
Varios miembros del comité ejecutivo saliente también lamentaron «las formas» de la secretaria general y su equipo. Aseguran que nadie les avisó de que dejarían de pertenecer al comité ejecutivo y que, por lo tanto, se enteraron cuando Rajoy leyó la candidatura. «Se ha demostrado que somos un partido disciplinado porque no ha habido filtraciones», se congratuló jocoso el presidente del PP.
Un hermetismo que también causa inconvenientes. Al igual que los que cesaban en sus funciones, los nuevos ejecutivos desconocían que iban a ser elegidos. Alguna se dio cuenta, superada la alegría inicial, de que solo había traído equipaje para un día, no para los tres del congreso, y tuvo que repetir indumentaria.