Arenas, ungido para ganar

Ni uno solo de la veintena de dirigentes del PP que han subido a la tribuna del congreso en Sevilla han dejado de animar a Javier Arenas para que gane en Andalucía el 25-M. Todos han mostrado su total confianza de que el número tres del PP será presidente de esta comunidad. Rajoy y Cospedal fueron ayer los últimos en sumarse al rosario de elogios y buenaventuras para el candidato a la presidencia de la Junta. Con ello cumplían lo previsto de que el 17 congreso del PP, el de la celebración de la victoria electoral de Rajoy, sirviera también de lanzamiento de la candidatura de Javier Arenas con la misión de completar de azul el mapa español. «Se viven esos aires de cambio», apuntó rotunda Cospedal. «Será un acontecimiento histórico», auguró Rajoy.

Todos convencidos. También lo está Javier Arenas, conocedor de que esta es la mejor oportunidad de las cuatro ocasiones que ha tenido para ser presidente de la Junta. Pero como veterano en el asunto también sabe que será necesaria la mayoría absoluta para gobernar y no quiere que los suyos caigan en el triunfalismo y se duerman. Por ello, en su discurso de ayer, Arenas volvió a apelar a la humildad, «donde hay que bañarse todos los días» para asegurar el cambio. «Estamos muy cerca, pero todavía nada está hecho», advirtió.

Ungido para ganar por la cúpula del PP, Javier Arenas sabe de la responsabilidad que entraña tantas bendiciones. Si no logra la mayoría absoluta, PSOE e IU podrían formar una colación. Su futuro político se torcería, aunque Rajoy lo rescatara para el Gobierno. Arenas ha confesado por activa y por pasiva que su norte ahora está en el sur, en Andalucía, y que no piensa en Madrid como tabla de salvación, como sí ocurrió en 1996.

Sabe de sus ventajas en esta ocasión, como una erosión del PSOE andaluz nunca antes vista, pero también es consciente de que puede perjudicarle algunas medidas del Gobierno. Mientras hablaba, en el centro de Sevilla, como en otras capitales, miles de ciudadanos protestaban contra la reforma laboral. Arenas fue claro al apoyar las medidas de Rajoy, al que elogió por «coger el miura de la crisis por los cuernos». Pero también reclamó a su partido que no olvide lo que considera llave de su éxito electoral, el diálogo con la sociedad. «Ese diálogo no puede quedar interrumpido cuando somos gobierno». Arenas ha pedido a Báñez un acercamiento con los agentes sociales.

El andaluz sabe de la dificultad de lidiar con los recortes del Gobierno en plena campaña, pero también que cuenta con el apoyo incondicional de Rajoy, que probablemente no apruebe los presupuestos con su anunciado superajuste hasta después del 25M. Rajoy le dejó claro su respaldo: «No hay que llamarme dos veces cuando se me llama desde Andalucía».

En el convencimiento de que será presidente, Arenas reiteró su programa de gobierno. «Vamos a reformar todo», avisó para reiterar su compromiso de que suprimirá el 50% de cargos y reestructurará el sector público. Tampoco presidirá la Junta más de ocho años y prometió aprobar una ley que permita las comisiones de investigación en el Parlamento sin que «haga falta una mayoría absoluta».

El caso de los ERE

Al hilo de esta propuesta entró de lleno en el caso de corrupción de los ERE fraudulentos destapado en la Consejería de Empleo, «un expolio a manos llenas del dinero de los parados», según Arenas. El fraude de los ERE será uno de los mensajes recurrentes en la campaña electoral contra el PSOE, como el día antes dejó claro Antonio Sanz. También lo será los 30 años de gobiernos socialistas. Este es un aspecto en el que incidió ayer Mariano Rajoy. «Los andaluces no han conocido nunca más gobierno que el de los socialistas, pero eso está a punto de terminar».

La estrategia consiste en presentar al PSOE como lo viejo y al PP como lo nuevo. Por ello, el presidente del PP instó a los andaluces a apostar por «nuevas ideas, nuevos programas» y señaló a Javier Arenas como el protagonista de ese cambio porque «está en el mejor momento de su carrera política, tiene conocimientos y un equipo potente».