Economia

Rajoy defiende que la reforma «es justa»

El presidente asegura que ha aprobado la normativa «que esperaban más de cinco millones de parados»

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aprovechó su discurso de clausura del 17 Congreso nacional del Partido Popular para defender de manera vehemente su reforma laboral. El presidente del PP, que fue reelegido en el cónclave por el 97,5% de los compromisarios presentes en Sevilla, fue especialmente duro con quienes ayer se movilizaron en contra del cambio de normativa. El nuevo marco regulador de las relaciones laborales, explicó, «sitúa a España al mismo nivel que los países más avanzados de Europa» en esta materia y «acaba con las injusticias» del mercado de trabajo.

Sin citar a los sindicatos, el jefe del Ejecutivo sí ironizó que a los millares de personas que protestan contra sus medidas «quizá le gustaba más lo que había antes», en alusión a las políticas del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Rajoy se mostró convencido de que las manifestaciones y las huelgas que puedan producirse en el futuro fracasarán. «Que nadie imagine que los españoles van a entorpecer la tarea del Gobierno en el que han puesto su esperanza», señaló.

En su primer análisis público de la reforma laboral desde su aprobación en el Consejo de Ministros del pasado 10 de febrero, el presidente del Gobierno aseguró que estos son los cambios «que estaban esperando más de cinco millones de parados». Insistió en que se trata del instrumento que necesita España en este momento para dejar de ser el país que más empleo destruye de toda Europa. «Es justa y buena, y esto lo saben sobre todo los que llevan mucho tiempo buscando un empleo sin encontrarlo», remachó.

Rajoy vislumbró un presente sombrío. «¡Ojalá nuestra situación económica hubiera tocado fondo! No es así», sentenció. En su discurso dejó entrever que, además de los ajustes ya adoptados, vendrán más sacrificios que «no siempre son agradables», porque los problemas «son extraordinariamente graves» y no se van a resolver «en dos tardes».

El líder del Ejecutivo sacó pecho sobre sus primeras decisiones en la Moncloa. «En siete semanas hemos puesto en marcha más reformas que el PSOE en siete años». Rajoy hizo un crudo diagnóstico de los daños que provoca la crisis, con hogares que se mantienen gracias a los abuelos y padres frustrados ante «la falta de oportunidades» de sus hijos.

Y las soluciones, a su juicio, solo llegarán a medio plazo. Dijo que es «mayorcito» para hablar de «brotes verdes» y que la esperanza «es un carburante muy flojo para lo que España necesita». Pero Rajoy también dijo tener la «convicción de que el remedio existe».