Mourinho: «El CSKA es un rival difícil, no vamos a reservar»

«No es lo mismo jugar en hierba natural que artificial, ni bajo cero que sobre cero, pero la ambición y mentalidad de los futbolistas debe de ser más fuerte que las condiciones adversas». José Mourinho no admite excusas en la gélida Rusia y apela al carácter ganador de sus jugadores para combatir a los elementos este martes en Moscú, donde el Real Madrid afronta como indiscutible favorito el choque de ida de octavos de final de la Liga de Campeones. Un duelo para abrigarse, tomar ciertas precauciones y no olvidar de que la vuelta tendrá lugar al calor del Bernabéu.

Los blancos llegan en plenitud y con la tranquilidad de tener la Liga más que encarrilada al estadio Luzhnikí, donde el Athletic cayó de forma incomprensible ante el Lokomotiv, el pasado jueves, en la ‘Europa League’. En cambio, el rendimiento del CSKA es una incógnita tras un prolongado parón invernal en el que huyeron de la nieve y el hielo para prepararse bajo el sol de Alicante, Marbella y Turquía. Los equipos rusos siempre son desconcertantes, capaces de pasar de la nada al infinito en cuestión de minutos, pero el subcampeón de este país, superado por el Zenit de San Petersburgo, no debe ser muy temible cuando apenas empató a uno ante los parados de la AFE, el pasado 23 de enero.

Sergi Barjuan, exinternacional de Barça y Atlético, le recuerda como «un conjunto que actúa con las líneas muy juntas, presiona bien la salida del rival, tiene calidad, se despliega con desparpajo al contragolpe pero es lento en defensa». Como arriesgan, adelantan la zaga y tanto Ignashevich como los hermanos Berezutsky son más bien troncos, resulta relativamente sencillo ganarles la espalda, precisamente una de las especialidades de este Madrid letal.

Mourinho, empero, desconfía del equipo del ejército ruso, cuyo estilo y bloque principal conoce bien desde que su Inter del triplete le eliminó en cuartos de final de la temporada 2009-2010. También salió victorioso al frente del Chelsea. Recuerda que se trata de un rival «tácticamente muy fuerte y muy adaptado a las condiciones climatológicas. Juega muy ordenado, es difícil meterle gol y su principal peligro llega al contragolpe y en las acciones a balón parado».

Tras acabar el año pasado con la maldición de octavos, al Madrid de este curso solo le vale arrebatarle el cetro continental al Barça y conquistar la ‘Décima’ en Múnich. De momento, alcanza el primer cruce tras batir récords en la fase de grupos: pleno de triunfos, 29 goles a favor, solo dos en contra y Casillas invicto en las visitas a Zagreb, Lyón y Ámsterdam.

Mourinho pierde para la cita a Di María. Iba a desempeñar un papel importante pero un nuevo percance muscular en su regreso le dejó en Madrid. Vuelven Arbeloa al lateral derecho y y Khedira. Más arriba, todo indica que repetirá su apuesta por la pareja Özil y Kaká, además de Cristiano Ronaldo y Benzema. Higuaín sufrió problemas físicos la pasada semana que le impidieron jugar ante el Racing y comenzará en el banquillo.

Dzagóev y Doumbia

Durante su pretemporada invernal, el CSKA ha podido recuperar a varios de sus lesionados, aunque no podrá contar con su portero titular, el internacional Ígor Akinféev. También es baja segura el chileno Mark González, que ha recaído de sus problemas en la cadera que le obligaron a pasar por el quirófano, mientras el japonés Honda no ha superado los dolores de rodilla de los que se trató en Barcelona.

Su delantero centro, el marfileño Doumbia, máximo artillero de la liga rusa (24) y autor de cinco goles en ‘Champions’, se reintegró en el equipo hace unos días tras disputar la Copa de África. Formará pareja en la delantera con el nigeriano Musa, nuevo fichaje elogiado por sus propios compañeros durante la concentración española. La figura es el enganche Dzagóev, de buena técnica aunque algo intermitente y sin terminar de explotar sus condiciones.

El CSKA se clasificó tras superar en la liguilla al Trabonzpor y al Lille porque fue capaz de ganar al San Siro al Inter. Juande Ramos apenas estuvo 46 días cuando sustituyó a Zico en el banquillo pero dejó huella. Se llevó con él a Marcos Álvarez, su preparador físico de confianza. Y éste, a su vez, recomendó luego al ‘profe’ almeriense Paulino Granero, quien trabajaba entonces con Tapia en el Betis. También dos fisioterapeutas son españoles.

A la hora de decidir la alineación, el jefe Slutski se fía de un chivato informático que sus jugadores llevan en los entrenamientos. El segundo técnico, Víktor Onopko, es un viejo conocido de la afición española desde su paso por el Oviedo y el Rayo. Avisa de que «el frío no será el principal problema que se encuentre el Madrid». Reconoce, no obstante, que para el CSKA es una fecha tan mala como la de las previas de la ‘Champions’ en agosto para los equipos españoles.