Christian Wulff, un conservador moderno
Los vínculos que había establecido con empresarios cuando dirigía el Estado regional de Baja Sajonia, entre 2003 y 2010, han sido fatales
ALEMANIA Actualizado: GuardarEl más joven de los presidentes de Alemania, Christian Wulff, que ha anunciado su dimisión hoy, proyectaba una imagen de conservador moderno y sin problemas hasta que una serie de escándalos lo llevó al primer plano de los medios.
Elegante, sonriente, Wulff, de 52 años, fue elegido presidente el 30 de junio de 2010 con gran dificultad, en la tercera vuelta de una votación donde bastaba la mayoría simple. Fue una humillación para la canciller Angela Merkel, que lo presentaba.
Antes de que estallara el escándalo, este presidente que algunos consideraban sin relieve mantenía excelentes relaciones con los medios de comunicación, prestándose con gusto para las fotos en compañía de su segunda esposa, la rubia y joven Bettina. Los vínculos que había establecido con empresarios cuando dirigía el Estado regional de Baja Sajonia (norte), entre 2003 y 2010, han sido fatales.
Desde mediados de diciembre es blanco de las críticas de los medios alemanes, que lo acusan de haber aprovechado sus funciones para obtener ventajas financieras y luego de haber tratado de acallar esos casos. Entre otras tentativas en este sentido, Wulff amenazó al jefe de la redacción del poderoso tabloide Bild en un mensaje que dejó en el contestador telefónico, que fue ampliamente difundido.
Apenas unos meses después de llegar a la presidencia, este católico practicante había provocado un escándalo en las filas conservadoras cuando afirmó que actualmente el islam forma parte de Alemania, al celebrarse el vigésimo aniversario de la Reunificación,, el 3 de octubre de 2010. En el pasado, ya había manifestado su apertura hacia los alemanes de origen extranjero cuando nombró en su gobierno regional a una ministra de origen turco, por primera vez en Alemania.
Intrusión en los asuntos monetarios
A otro nivel, había provocado una sorpresa en agosto pasado cuando criticó la compra por el Banco Central Europeo (BCE) de obligaciones de países en dificultades, en plena crisis del euro. Teniendo en cuenta el apego de Alemania al principio de independencia de los bancos centrales, semejante intrusión del presidente en los asuntos monetarios era algo inesperado.
En septiembre pasado, justo antes de la visita a Alemania del papa Benedicto XVI, Wulff, divorciado y casado nuevamente, había afirmado que la Iglesia católica debía mostrarse más comprensiva con los divorciados.
A los 20 años era un militante de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que actualmente preside Angela Merkel. A los 34 años desafió en las elecciones regionales de Baja Sajonia a Gerhard Schröder, uno de los dirigentes del Partido Socialdemócrata y futuro canciller. En 2003 arrebató la presidencia del Land de Baja Sajonia a la izquierda, siendo reelegido en 2008.