PATATAL A LA VISTA

Ojito, patatal a la vista! ¿Y qué quiere decir esto? Pues muy fácil. Que el Cádiz este domingo en Cáceres tiene la oportunidad de confirmar que además de buenos jugadores también tiene once hombres. ¿Qué quiere decir esto? Pues que lo que hay que hacer en el patatal del Príncipe Felipe -que es como se denomina el campo del Cacereño- tiene que ver más con el ardor guerrero que con el buen fútbol. ¿Y qué conlleva todo esto? Pues que no vale que Jose González y sus pupilos se escuden en el mal estado del terreno de juego -como hicieron cuando estuvieron a punto de perder ante el desaparecido Villanueva- para tapar las vergüenzas de una posible derrota. ¡Ojo!, que no estoy diciendo que puedan tener una mala tarde y acaben perdiendo o empatando. De hecho, el conjunto extremeño no pierde en su feudo desde octubre de 2010. Lo que quiero decir es que ya se sabe que el césped está mal. Vamos, que no hace falta que nos lo recuerden en caso de tropiezo.

El partido de este domingo por la mañana en Cáceres será una buena vara de medir para conocer si el Cádiz de Jose también sabe imponer su ley en campos donde no existe la ley. Todo hace indicar que sacar la pelota jugada desde atrás conlleva sus riesgos. Si no, que se lo pregunten al Betis B de Vidakovic, que se llevó cuatro. Eso sí, los canteranos siguieron erre que erre en su idea de fútbol (no me extraña conociendo al serbio) y vieron como les iba cayendo un gol tras otro.

Por todo ello, en estos campos, espero un Cádiz profesional, efectivo y malencarado. Que salga a jugar sabiendo lo que hay. Que afile sus tacos. Que no se queje del césped ni del bote del balón. Que corra y salte más que sus anfitriones. Que se le note que tiene más hambre que su rival. Que sea agresivo pero no violento. Que sea un caballero en la batalla. Y que gane, claro.

Porque ganando siempre es la única forma de salir de una categoría donde lo más normal es encontrarse patatales como el de Cáceres.