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El-Asad convoca un referéndum en Siria con los tanques en las calles
El dictador elige el 26 de febrero para celebrar una consulta constitucional que le permitiría perpetuarse hasta 2026
Actualizado: GuardarLa Siria oficial tiene una cita con la historia el próximo día 26. El presidente Bashar el-Asad ha marcado ese domingo como la jornada para celebrar un referéndum sobre la nueva Constitución. Este es el gran proyecto que el mandatario presenta como su apuesta decidida por las reformas, la respuesta presidencial a unas movilizaciones contra el régimen que están a punto de cumplir un año y que han costado la vida a más de 7.000 personas entre civiles, milicianos de la oposición y fuerzas de seguridad. La consulta popular marcará además la cuenta atrás para unas elecciones generales en el plazo de noventa días.
¿Podrán votar los ciudadanos de Homs, varios de cuyos barrios cumplen doce días bajo intensos bombardeos y los principales focos revolucionarios? En la televisión estatal no hubo dudas al respecto, pese a la situación de guerra abierta en amplias zonas del país. El punto más destacado de la nueva Constitución, que se compone de 157 artículos, es el que limita a dos los mandatos. La medida no afectaría a El-Asad -que cumple su segundo periodo de siete años al frente del país- porque «los candidatos partirían de cero», según aclaró la televisión pública. Esto abre las puertas a que pueda perpetuarse en el cargo hasta 2026.
Reformas internas
La futura Carta Magna establece además que «la religión del presidente de la República es el islam» y que «la jurisprudencia musulmana es la fuente principal de la legislación», dos medidas para intentar sofocar las críticas sobre la discriminación positiva hacia los alauíes desde la llegada de la dinastía de El-Asad al poder. Junto a la vía militar, el régimen mantiene asimismo una política de reformas internas que lanzó en abril con la abolición del estado de emergencia como arma para intentar contener la revuelta. El siguiente paso llegó en julio con la aprobación del multipartidismo y la legalización de cuatro formaciones y, en octubre, Damasco nombró una comisión especial para elaborar el borrador de la nueva Constitución.
Estas reformas no significan nada ante la comunidad internacional, que siguiendo los dictados de la Liga Árabe, exige la dimisión del presidente como requisito indispensable para el fin de la crisis. En otro intento por detener la espiral de violencia en Siria, la asamblea general de la ONU se reunirá precisamente hoy para votar el proyecto de resolución de Catar y Arabia Saudí que condena los ataques del régimen y exige el fin de la represión.
A la espera de la votación, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, instó ayer al Consejo de Seguridad a discutir la posibilidad de crear corredores humanitarios para asistir a la población civil en las zonas más conflictivas. Una nueva medida en una semana en la que también se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de enviar una fuerza de paz conjunta entre la ONU y el organismo panárabe.