Impiden a Carretero entrar en Puerto III por llegar demasiado tarde
El condenado por la 'operación Karlos' apuró al máximo el plazo que le impuso la Audiencia y tendrá que ingresar hoy
Actualizado:«Vuelva usted mañana». La clásica frase de la burocracia se la dijeron ayer a Carlos Carretero, el cabecilla de la trama de estafa a la Seguridad Social que se destapó en la denominada 'Operación Karlos', cuando acudió ayer a la cárcel de Puerto III a comenzar su condena de cuatro años. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial le había fijado el día de ayer como plazo máximo para ingresar de manera voluntaria, y el exjefe de la Policía Local de Ubrique apuró hasta que llegó la noche su último día en libertad.
El plazo concluía, en teoría, a las doce de la noche de ayer, aunque en la práctica el límite concluye mucho antes. A las diez de la noche, como cada jornada, se efectúa el cambio de turno de funcionarios en Puerto III y por lo general se echa para atrás a cualquier condenado que, como Carretero, se presente para ingresar en prisión.
En estos casos se les da cita al día siguiente y así hicieron ayer con Carlos, que -supiera esto o no- llegó a las 21.45 horas. En la puerta de la cárcel le dijeron que era ya demasiado tarde y que a esa hora no podían confirmar en ninguna dependencia si realmente lo habían condenado o no, a pesar de que su rostro es de sobra conocido, pues ha sido protagonista de numerosos programas del corazón y de horas y horas de televisión, dado que compartió banquillo con María José Campanario (esposa de Jesulín de Ubrique) por una supuesta estafa a la Seguridad Social.
Carretero fue condenado en julio por encabezar esta trama fraudulenta en connivencia con el inspector médico de la Junta, Casto Pérez Lara, por la cual obtenían supuestamente pensiones por incapacidad laboral para personas que fingían las dolencias o las exageraban. El juicio, en el que había 24 acusados, ha sido sin duda el más mediático de cuantos se han celebrado en los últimos años en la provincia, debido a la presencia de Campanario, que estuvo acusada de pagar 18.000 euros a Carretero para obtener una paga por incapacidad para su madre, Remedios Torre, también procesada. Madre e hija fueron halladas culpables y condenadas a una pena de un año y once meses, que les permite suspenderla y evitar la prisión. Aun así, han decidido recurrir la sentencia para defender su inocencia. También apeló al Tribunal Supremo el inspector médico Casto Pérez Lara, que fue sentenciado con la pena máxima del caso: nueve años y medio. Ambos recursos pretenden tumbar las escuchas telefónicas que sirvieron de base probatoria a toda la causa y que, de ser invalidadas, supondrían también la suspensión del juicio y de la sentencia.
Cuatro años de condena
Carretero, por su parte, llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, reconoció los hechos y renunció a recurrir su sentencia. Sin embargo, solicitó a la Audiencia Provincial de Cádiz que aplazara su ingreso en prisión hasta que el alto tribunal diera una respuesta a los recursos de Pérez Lara y Campanario, ya que de anularse la condena, también él saldría beneficiado. La Audiencia, sin embargo, rechazó este beneficio y le ordenó que cumpliera la condena desde ayer. Está previsto que hoy Carlos acuda a primera hora de la mañana a la prisión, para evitar problemas, aunque cumplido el plazo no podrá elegir la cárcel.