La luz, el teléfono y el vestido reducen la inflación hasta el 2%

El turbulento año 2012, que llegó cargado de pésimas previsiones económicas –la anunciada segunda recesión, tijeretazos de gasto público y recortes de derechos laborales- también es capaz de dar buenas noticias a los hogares. En un país que se desangra por el paro, muchas familias se alegrarán al saber que en enero la tasa de inflación interanual retrocedió cuatro décimas y se situó en el 2% por la moderación de precios de la luz y al abaratamiento de bienes y servicios de primera necesidad como el vestido y el teléfono.

La tasa de inflación vuelve a niveles de hace año y medio y se aleja del máximo del 3,8% registrado en abril de 2011, en plena escalada de precios del petróleo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el descenso de enero se explica en buena parte por la estabilidad del precio de un producto básico como la electricidad, que contrasta con el fuerte incremento (del 9,8%) que marcó el recibo de la luz en enero de 2011.

El tabaco es otro artículo que apenas varió, frente al alza que registró en enero del año pasado, cuando las grandes distribuidoras desataron una dura guerra de precios. El encarecimiento de la luz y los cigarros –junto al crudo- fueron en el primer mes de 2011 determinantes para elevar la inflación al 3,3%. Este año influye a la baja otra guerra, la desatada entre operadoras telefónicas, que ha abaratado un 3,6% interanual los servicios de comunicaciones.

Rebajas agresivas

En términos mensuales, el Índice de Precios al Consumo (IPC) disminuyó en enero un 1,1% respecto de diciembre. Los grupos con mayor repercusión mensual negativa fueron el vestido y el calzado, que bajó un 14,4% por efecto de la agresiva campaña de rebajas de invierno, y los servicios de ocio y cultura, cuyos precios cayeron un 2,4% por la disminución de precios de los viajes, habitual en esta época del año.

También repercutió a la baja en cifras mensuales la fuerte competencia entre operadoras de servicios telefónicos, que se depreció un 2,1% las comunicaciones respecto de diciembre. El menaje, por su parte, bajó un 0,9%.

Pese a la tónica bajista general, también hubo encarecimientos en enero. El transporte marcó una variación positiva del 1,8%, principalmente por la subida de precios de carburantes y lubricantes. Los precios asociados a la vivienda también subieron medio punto, debido al incremento del gasóleo para calefacción –por la llegada del frío- y de los servicios de recogida de basura. Los seguros registraron un aumento del 1,3%.

Competitividad

La inflación subyacente, que excluye del cómputo los elementos más volátiles como el carburante y los alimentos frescos, bajó dos décimas y se situó en el 1,3%. El Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el 2%, siete décimas por debajo del 2,7% adelantado por Eurostat para el conjunto de la zona euro.

El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, destacó que ese diferencial respecto de los socios de la moneda única supone una “mejora de la competitividad” para la economía española. De cara al futuro, considera que la inflación seguirá en su actual “tendencia a la baja”, aunque descartó el peligro de la deflación.