MANDA GUIÑOLES
Actualizado: GuardarSi empiezo hablando de Lionel Dutemple lo mismo piensan que he equivocado el apellido con el de Messi, pero no. Si les digo que se trata de uno de los tres guionistas de los guiñoles de Canal Plus Francia que han puesto España patas arriba en las últimas fechas por su secuencia de críticas veladas a los deportistas españoles y su relación con el dopaje, seguro que empiezan a comprender de qué versa esta reflexión.
No seré yo quien defienda la actitud y el enfoque dado a los toques de humor envenenados lanzados desde el país vecino, llenos de odio y envidia para algunos, envueltos en admiración para otros e inapropiados para el común de los mortales, por mucho ingenio que conlleven y consigan acaparar 'éxito' en esta selva mediática en la que lo que prima es el «que hablen de nosotros aunque sea mal» y el «ladran, luego cabalgamos».
La imagen de Rafa Nadal llenando el depósito de un coche con su propia orina es soez. Humor, sí, pero vulgar, aunque también puede resultar grotesco que Rajoy se reúna hoy a solas con él para tratar este tema mientras que las trabajadoras de Acasa llevan meses sin cobrar ni recibir soluciones a sus problemas. Y la de Casillas, Gasol o Contador usando jeringuillas y cantando de forma festiva por el consumo de sustancias prohibidas me parece hasta denunciable.
Sin embargo, no puedo estar más de acuerdo con Dutemple cuando dice que «en España hay una crisis sin precedentes, con un 25% de paro, y los jóvenes pasan su tiempo leyendo los diarios deportivos, hablando de deportes, porque de lo único que están orgullosos es de eso». Aquí se admira mucho más a Nadal o a Iniesta que a un médico que se dedica a salvar vidas a diario en los hospitales. Se presta más atención a lo que Alonso o Lorenzo que a lo que pueden o quieren enseñarte tus padres o profesores. Y en vez de reformar nuestros valores, jugamos a reformar nuestra forma de trabajar cuando lo que no hay forma es de generar trabajo. Y así nos va. Manda guiñoles.