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«Solo acerté a decir: 'Catalina, corre, que nos matan'»

Antonio Estrada Iriarte, alias 'El Pica', se emociona cuando recuerda el episodio en el que mataron a su mujer e identifica a Fernando Flores como uno de los atacantes, el que le efectuó varios cortes

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Esta mañana continuó la vista por el crimen de la Junta de los Ríos. Después de que declararan dos guardia civiles, le ha tocado el turno a la víctima, Antonio, que ha identificado a Fernando Flores como uno de los atacantes, el que le efectuó varios cortes. A diferencia del resto, que iban encapuchados y no los reconoció, Fernando llevaba una máscara. Además, dice que la persona que fue a por Catalina fue su hermano Francisco porque tenía su corpulencia. «Me tenían que haber matado a mí y no a ella. 'Solo acerté a decir: Catalina, corre, que nos matan', ha declarado emocionado ante el juez, manteniendo que cree que Serafín, Isabel y Rafaela les dieron la información a los demás para que les atacasen.

Más de cinco horas de intenso juicio dieron para mucho ayer, durante la primera sesión de la vista por el crimen de la Junta de los Ríos (Arcos): una cuarentena de escuchas telefónicas y un centenar de preguntas del fiscal que se perdieron en el vacío acústico de la sala. Y es que de lo verdaderamente importante poco trascendió, puesto que siete de los ocho procesados se acogieron a su derecho de no declarar y, salvo a las escuetas cuestiones planteadas por sus defensas, no soltaron prenda sobre lo ocurrido.

Es más, ni ellos conocían a las víctimas, ni estuvieron allí el citado día ni acometieron ninguna de esas atrocidades. En la línea de lo que ocurriera recientemente en el juicio por el crimen de Tamara Leyton en el que comparecieron en Cádiz los dos cabecillas, Fernando y Francisco Flores Nieto, ninguno de ellos reconoció absolutamente nada. La vista arrancó con la petición del fiscal y de la acusación particular de que se incluyera el testimonio «vital» de un guardia civil que no había comparecido por encontrarse de baja; tras la correspondiente deliberación, el magistrado decidió seguir adelante sin tener en cuenta esa declaración.

Seguidamente el fiscal dio entrada a un sinfín de conversaciones telefónicas intervenidas en febrero de 2009 (los hechos ocurrieron el 9 de noviembre de 2007), en las que se escuchaba charlar a los diversos miembros del clan sobre abogados, «la jamba», médicos y hospitales. Según el representante del Ministerio, los tres últimos términos se referían a la Guardia Civil, los agentes y los cuarteles, dentro de mensajes en clave en los que la banda diseñaba una estrategia a seguir.

En esas conversaciones se escucharon amenazas veladas de unos a otros como «Más vale que esté calladito y tenga la boca cerrada» o consejos como «Tus cuñados son violentos, que no te conviertan en encubridor» o «Qué tienes que ver tú con lo que hayan hecho tus tíos». Durante el desarrollo de estas escuchas, los imputados permanecieron impasibles sin responder a las consideraciones del fiscal, que les preguntó si habían irrumpido en la casa de Catalina Ruiz Pato y Antonio Estrada Iriarte, alias ‘El Pica’ en esa fecha y donde presuntamente robaron, agredieron al varón y acabaron con la vida de su pareja.

Los interrogados fueron los hermanos Francisco Flores Nieto (el único que sí respondió a ambas partes); Fernando Flores Nieto; José Flores Nieto; Isabel Flores Nieto y Rafaela Flores Nieto; el sobrino de todos ellos, José Flores Heredia; el esposo de Rafaela, Serafín Navarro Mesa y la hermana de éste y pareja de José Flores Nieto, Carmen Navarro Mesa. Todos de una misma familia y cuyas versiones fueron prácticamente idénticas salvo la aportación de Rafaela y Serafín, que como también ocurriera en el otro juicio antes mencionado aludieron a «coacciones» de agentes de la Benemérita, que según ellos les amenazaron con quitarles a sus hijos si no señalaban a los culpables de lo ocurrido. Esta pareja fue la única que reconoció que conocía a las víctimas con anterioridad, por haberles comprado miel en alguna ocasión. De ahí la Guardia Civil había tirado del hilo hasta arrancar la confesión de ambos en su momento, en la que dirigían la atención sobre los suyos y de la que ayer se desdijeron, culpando a los agentes.

Dudas sobre la participación

A pesar de ello la Fiscalía, salvo lo que pueda ocurrir en el desarrollo del juicio, ha interesado como consta en su calificación que solo se impute a cuatro de los procesados (los dos José, Francisco y Fernando) y que se archive la causa en lo que respecta al resto por falta de pruebas. Algo no compartido por la acusación particular, en virtud de la cual se han sentado finalmente todos en el banquillo. Para estas cuatro personas, el Ministerio solicita 25 años de cárcel por un presunto delito de allanamiento de morada y robo con violencia; otro de lesiones y un tercero de homicidio. Dos de ellos, Francisco y Fernando, permanecen en prisión desde que en agosto de 2008 fueran apresados en un control policial en el que perdió la vida otro miembro del clan, Cristóbal Flores.

La sesión de hoy será crucial con el testimonio de Antonio Estrada Iriarte, superviviente al feroz ataque en el murió su esposa. Según la calificación del fiscal, los cuatro que considera presuntos autores de los delitos se pusieron de acuerdo y con claro ánimo delictivo se apostaron frente a la vivienda de la pareja, a la que hicieron salir gritando que se les estaba escapando el ganado. Una vez fuera agredieron a ambos, consiguiendo que Antonio les llevara hasta el dinero en metálico y las joyas guardadas en casa, todo ello valorado en 625 euros. Catalina, de 64 años, corrió peor suerte y mientras ello sucedía, otros dos acababan con su vida.