transporte

Los autobuses, en vía muerta

La plantilla se queja de que solo un 70% ha cobrado el mes de noviembre, y denuncia que el servicio no se cumple en fin de semana

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Empieza la tercera semana de huelga y aquí no pasa nada. Es así de simple». Así lo explicaba ayer Ángel Morales, el portavoz del comité de empresa de Urbanos Amarillos, la concesionaria del servicio de transporte urbano, que dejaba claro que «ni se han cumplido los compromisos de pago con la plantilla, ni se han hecho más gestiones por parte del Ayuntamiento para solucionar la situación».

No en vano, como recalcaba ayer el representante de los trabajadores de Urbanos Amarillos, a fecha de ayer como mucho un 70% de los trabajadores de esta empresa ha recibido en su cuenta el ingreso de la nómina del mes de noviembre (se les debe nada menos que un total de cuatro), y eso que la concesionaria se había comprometido a pagar antes de ese día no solo de forma íntegra ese salario, sino también la paga extraordinaria de Navidad.

«No sabemos por qué no se ha pagado a todos, ni hemos recibido ninguna explicación, pero lo que sí queda claro es que nosotros teníamos razón cuando dijimos que las promesas de la empresa no eran creíbles, porque se ha agotado el primer plazo del que hablaron para pagar –se fijó un periodo entre los días 6 y 13 de febrero– sin que lo hayan hecho», afirmó Morales antes de añadir que «todo esto nos hace ser desconfiados ante los compromisos de que llegarán soluciones no solo para el cobro, sino para el servicio».

En esta tesitura, y ya iniciando la tercera semana de paros totales del servicio, el portavoz del comité de empresa recalcó ayer que el ánimo de la plantilla es «fuerte pese a todo, porque tenemos claro que solo estamos pidiendo lo que es nuestro». Eso sí, reconoció que «esta situación ya cansa, porque lo que nosotros queremos es volver a trabajar, cobrar y no seguir en este sinvivir que ya se alarga demasiado».

A este respecto, además de las quejas por los impagos que llevan soportando desde el pasado mes de noviembre, Morales denunció ayer que la empresa no está cumpliendo con el servicio que debe funcionar los fines de semana, cuando no se está desarrollando la huelga de transporte. Y lo peor es que «desde el Ayuntamiento no se da ningún paso ni se toma ninguna decisión pese a que se les está informando puntualmente de cada una de las infracciones», explicó el representante de los trabajadores.

El pasado fin de semana, sin ir más lejos, las líneas 6 y 3 solo contó con uno de los coches que deberían circular, lo que alargó las horas de espera e hizo imposible cumplir con los horarios fijados en las marquesinas.

Mientras, los trabajadores siguieron ayer con sus protestas diarias en las que recorren las calles de la ciudad cortando el tráfico a su paso.

Por su parte, la plantilla de Linesur, la concesionaria que del transporte público en las pedanías y barriadas rurales, mantiene la convocatoria de paros para la próxima semana. Eso sí, puede que dejen de circular los autobuses incluso antes, porque los trabajadores volvieron a advertir ayer de que la falta de dinero para combustible no garantiza que el servicio puede prestarse durante esta semana.