Miñano: «Villa tiene más tiempo del que tuvo Torres para recuperarse»

El preparador físico de la selección española de fútbol, Javier Miñano, reconoció ayer en el transcurso de una ponencia en A Coruña que veía «mucho más difícil» recuperar a Fernando Torres para el Mundial de Sudáfrica que poder contar con David Villa para la Eurocopa que se disputa en junio, en Polonia y Ucrania.

«Veía mucho más difícil recuperar a Torres para el Mundial porque hubo que operarle sobre otra operación y treinta días antes de la concentración. David (Villa) tiene, por lo menos, mucho más tiempo», respondió Miñano a una de las preguntas que le formularon los alumnos de la Facultad de Ciencias del Deporte de A Coruña, donde impartió la conferencia.

Miñano indicó que, no obstante, por ahora no se atreve a decir si Villa estará en la lista de Vicente del Bosque para la cita europea, en la que España defiende el título que logró en 2008 con Luis Aragonés como seleccionador.

«No enjuiciaría (si estará en la lista) hasta que viera la recuperación», valoró el preparador físico de la selección nacional, quien también tuvo que responder preguntas sobre la relación de los jugadores del Real Madrid y el Barcelona cuando se concentran con la 'Roja'.

Añadió que la «imagen» que se ha visto en los últimos clásicos de la Liga española «no es la más adecuada», pero matizó que en la selección «son profesionales» y el cuerpo técnico no ha «percibido ningún comportamiento raro».

Miñano repasó su trayectoria en el Atlético, el Real Madrid, el Racing y la selección y reveló experiencias que ha vivido, la mayoría, de sus once años en el conjunto blanco. Llegó al primer equipo con el gallego Arsenio Iglesias en la temporada 95-96 y recordó que fue una campaña «muy dura», en la que se le «cayó el pelo». «Un grande como el Madrid es el mejor equipo para estar si ganas, pero el peor, si pierdes», indicó en su alocución, en la que también repasó anécdotas con el brasileño Ronaldo. De él, señaló que «muscularmente es el mejor dotado» con el que ha trabajado, aunque cuando llegó al Madrid «no podía hacer cinco minutos de carrera continua, primero porque no le gustaba y, segundo, porque no podía con las rodillas». «Todos los días quedábamos a las cinco y no llegó un día a esa hora. Siempre me hacía poner música en la ciudad deportiva a un volumen que se escuchaba en Madrid. Yo lo aceptaba porque quería que estuviera bien».