José María Deira. :: M. G.
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El excomisario Deira apoya al policía procesado en el 'caso Udyco'

Considera que es un buen profesional y niega que le llegaran quejas de sus compañeros del grupo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El anterior comisario provincial de la Policía Nacional, José María Deira, declaró ayer como testigo en el juicio al exjefe del grupo antidroga Udyco II (V. R. R.), que se celebra en la Audiencia Provincial de Cádiz desde la pasada semana.

El excomisario, que se encuentra actualmente jubilado, aseguró que tenía a V. R. R. como un buen profesional, aunque aclaró que no mantenía un trato directo con él, sino con sus superiores. Deira negó en todo caso que hubiera recibido quejas de los compañeros de V. R. R. por los supuestos hechos que se le imputa, más allá de que era una persona de carácter «enérgico». El inspector recibió una medalla al mérito policial por su labor al frente del grupo de Udyco.

El excomisario fue llamado al juicio en calidad de testigo a propuesta de la abogada de la acusación particular, Esther Coto, que representa al confidente y testigo protegido TP1 que denunció al exjefe antidroga. Su declaración ante el tribunal fue bastante breve, ya que la Fiscalía y el Sindicato Unificado de Policía -personado como acusación popular- no plantearon preguntas. Su testimonio tampoco pudo arrojar mucha luz sobre los hechos que se juzgan. La abogada de la acusación, por su parte, interrogó al excomisario acerca de supuestas presiones que habría recibido el decano de abogados de Cádiz desde la comisaría durante la instrucción del caso, y le preguntó directamente a Deira si llevó a cabo estas presiones. El tribunal de la Sección Tercera permitió esta pregunta, y José María Deira la negó rotundamente.

Durante la sesión de ayer también declararon los agentes de asuntos internos que investigaron a V. R. R. y dos inspectores de Policía, entre ellos, el exjefe del grupo Udyco I, que achacó su salida del departamento antidroga por quejarse del acusado. El juicio continuará hoy con la audición de las conversaciones entre el inspector y su confidente, y que este último grabó sin que el policía lo supiera. La vista quedará vista para sentencia mañana.