Garzón evita un nuevo juicio en el Supremo por 25 días
El juez Marchena archiva la causa de los cursos de Nueva York porque el cohecho impropio ha prescrito
MADRIDActualizado:Cuatro días después de que Baltasar Garzón fuera expulsado de la carrera judicial por las escuchas del 'caso Gürtel', el Tribunal Supremo archivo hoy una de las dos causas que aún le quedan pendientes, la de los 'cursos de Nueva York', ya que la otra, los 'crímenes del franquismo', está a la espera de sentencia. El magistrado Manuel Marchena, que le imputó cohecho impropio el pasado 27 de enero por recaudar 1,2 millones de dólares de empresas y bancos españoles para el patrocinio de los cursos, considera ahora que los hechos investigados han prescrito por 25 días.
Dice el instructor que cuando se presentó la querella en el Supremo, en junio de 2009, habían transcurrido los tres años desde que se acreditó el último patrocinio por parte del BBVA, mayo de 2006. Marchena recuerda al juez que de no haber caducado la responsabilidad penal habría afrontado "consecuencias jurídicas inmediatas", que no hubieran sido otras que la apertura de juicio oral.
Marchena, que formó parte de la sala que condenó a Garzón por la Gürtel, no hizo esta consideración al concluir la investigación e, incluso, dio traslado a las partes para que calificaran los hechos y solicitaran o no la apertura de juicio oral contra el juez. Entonces, la Fiscalía reclamó el archivo al considerar que el cohecho impropio, penado con multa de tres a seis meses, había caducado al pasar los tres años previstos por ley. Mientras que la acusación popular, ejercida por los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón, reclamó la apertura de juicio y cinco años de cárcel por extorsión.
Actitud prevaricadora
"Los hechos son constitutivos, indiciariamente, de delito", señala el magistrado del Supremo en su auto. Y añade duras frases contra Garzón: "El deber de abstención fue conscientemente infringido en gratitud por la generosa respuesta del (Banco) Santander", señala en otro párrafo dejando entrever una conducta prevaricadora. Y es que a Garzón le investigaban también porque, cuando se reincorporó a los juzgados tras su excedencia, archivó una querella contra el presidente del Santander, Emilio Botín, cuya entidad había abonado 327.000 dólares para las conferencias neoyorquinas.
Cuando concluyó su investigación, el pasado 27 de enero, Marchena ya se empleó en términos muy duros contra Garzón, al que acusó de aprovecharse de su condición de juez y le hizo una dedicatoria personal al llamarle «exitoso gestor de fondos» por contactar con los responsables de cinco empresas españolas (Banco Santander, BBVA, Telefónica, Cepsa y Endesa) para que patrocinaran los cursos sobre terrorismo y derechos humanos.