Un rey, un papa y un robot se pasean por la colorida alfombra
Nicky Minaj reemplaza a Lady Gaga como la sorpresa estética de la noche gracias a un traje que emula un hábito de monja
LOS ÁNGELESActualizado:La alfombra roja de la 54 edición de los premios Grammy se ha convertido en un desfile pintoresco por donde se han paseado un rey, un papa y una monja, un robot o un ratón que han restado protagonismo a la siempre extravagante Lady Gaga.
El momento más llamativo lo ha protagonizado la joven Nicky Minaj, nominada a dos premios entre ellos el de mejor artista novel, quien acudió hasta el Staples Center de Los Ángeles vestida con un traje en rojo intenso creado por Atelier Versace que emulaba el hábito de monja. No conforme con su atrevido 'look', Minaj bajó de su limusina de la mano de un hombre disfrazado de papa y reemplazó a Lady Gaga como la sorpresa estética de la noche.
Gaga causó sensación en 2011 cuando llegó a la gala de los Grammy dentro de un huevo, si bien este año ha optado por un diseño mucho menos impactante, aunque fiel a su estilo heterogéneo. La cantante de 'Poker face' se ha personado con una red como de pescador cubriéndole el cuerpo, cara incluida, en tonos negros y con una especie de largo cetro monárquico, una idea de realeza con la que ha coincidido el venezolano Alejandro Zamora, nominado al mejor álbum new age por 'Instrumental Oasis, Vol. 6', quien se presentaba con una corona, un cetro y una capa roja.
De robot desfilaba uno de los integrantes del grupo Papa Hugs Band, nominado en la categoría de mejor disco infantil por 'Are We There Yet?', mientras que el DJ Deadmau5 aparecía portando su habitual máscara de ratón, con grandes ojos blancos y enormes orejas.
La más desafiante
La más desafiante sobre la alfombra ha sido la cantante de origen ruso Sasha Gradiva quien ocultó su brazo derecho desde la muñeca hasta el hombro con una parafernalia de armas que bien podrían haber sido sacadas de la película 'The Terminator'.
Más caseros acudieron los venezolanos de La Vida Bohème, quienes prescindieron de esmoquin y corbatas para lucir de blanco, en camiseta y salpicados de pintura como si hubieran estado trabajando en una obra minutos antes.
La variedad de atuendos imaginativos dejó en un segundo plano a las intérpretes que optaron por un estilo con más 'glamour', propio de los eventos de premios típicos de Hollywood. Así Adele y Rihanna optaron por un elegante vestido negro, muy escotado en el caso de la cantante de Barbados, mientras que Katy Perry prefirió un traje largo en tonos azulados que hacían juego con su color de pelo. Fergie, por su parte, no dudo en lucir un vestido de Jean Paul Gaultier anaranjado que dejaba ver claramente su lencería de color negro.