Media ración de albóndigas con su fritá de papas. El plato sale por 6 euros.. :: LA VOZ
Sociedad

Comer como en casa de la abuela

La Taberna de Segura de Jerez ofrece comidas caseras en un patio o en un comedor junto a la cocina

J EREZ. Actualizado: Guardar
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Dos canarios cantan alegres en el primer piso mientras llegan a la mesa unas habichuelas humeantes. Es uno de los guisos del día. Se sirve en plato sopero decorado con ribetes floreados. Llega a la mesa echando humo, con algunos tropezones de chorizo. Antonio Segura, el propietario de este singular establecimiento, afirma que sólo han hecho un kilo, nada más, para que no falte pero también para que no sobre.

Se come en un patio de una antigua casa de la calle Juana de Dios Lacoste, en la zona conocida como Carpintería Alta y a 5 minutos andando de la concurridísima calle Tornería, en el centro de Jerez. Antonio Segura, 52 años, cumple así el sueño de su vida: abrir un restaurante en el que los clientes pudieran comer como si estuvieran en casa de su abuela. El proyecto le ha costado 11 años de trabajo, lo que le ha llevado restaurar una casa de dos pisos en la que destaca un patio interior donde está situado el comedor principal del establecimiento y una pequeña barra de servicio para el bar.

Otro salón, presidido por una gran mesa de madera, que respira historia por todos lados, sirve como comedor privado para 10 ó 12 personas. La pieza más especial de la casa es el comedor situado junto a la cocina donde también se puede comer en grupos y 'con vistas' a la cocina. Antonio está ahora habilitando un nuevo comedor, situado en otro pequeño patio interior de la casa. Todo tiene encanto, hasta los cuartos de baño. De todos modos el mobiliario, con piezas antiguas restauradas, te enamora especialmente.

La cocina, donde oficia Ana Arellano, una veterana cocinera jerezana, es como la de una casa particular, aunque con todas las especificaciones que requiere un establecimiento público. Segura destaca que «queremos que esto sea así, como comer en casa, aún a riesgo de no tener una carta muy amplia ni grandes cantidades de ningún producto».

Pero no sólo la estética es como la casa de tus abuelos, también se come, de alguna manera, como en casa de los abuelos. Los días entre semana se puede comer de menú con dos platos y postre, con fruta del tiempo incluida, además de las tapas y las raciones, que están siempre en la carta. Si vienen en grupo se colocan las fuentes en el centro de la mesa y cada uno se va sirviendo en su plato.

El patio principal está decorado con flores y se contempla el primer piso del inmueble donde ahora vive Antonio Segura.

Los techos son de madera y en las paredes cuelgan cuadros y objetos antiguos. Cuando se le pide a Antonio que recomiende algo te contesta que «aquí todo está bueno, se cuida igual. Voy todos los días a la plaza a comprar el pescado y lo que veo bueno me lo traigo. Con eso hacemos la carta, aunque muchos de los platos y guisos están siempre porque el público los demanda». Antonio no es un advenedizo. Estuvo 21 años trabajando en el Casino de El Puerto como administrativo y luego tuvo el Bar España en la calle Pedro Alonso. Abrió la taberna en agosto y no se queja de la clientela: «Está funcionando el boca a boca y la gente viene recomendada por sus amigos». Por la mañana sirven desayunos con pan, y mantecas y aceites para ponerle encima. En la carta para el mediodía y la noche, platos clásicos. Empiezan por unos aliños como las papas aliñás, la ensaladilla o el salmorejo y ofrecen también chacinas que van desde el jamón y el queso hasta la morcilla y la butifarra.

Hay también montaditos y algo de pescado frito, pero lo más demandado son los guisos de cuchara. Hay unas pequeñas albóndigas, carrillada, costillitas en adobo, cola de toro, alitas de pollo en una salsa de la casa y reliquias como la sangre en tomate o los riñones al Jerez. Además hacen algún guiso diario que puede ir desde unas habichuelas hasta una berza. El otro plato estrella son los huevos con papas fritas que se sirven en ración generosa y cubiertos por lonchas de morcilla, chorizo o jamón.