Investigan a Jeannie Longo y su marido por presunto dopaje

Dos días después del castigo impuesto a Alberto Contador, la veterana ciclista francesa Jeannie Longo, de 53 años, símbolo de su país, se ha visto involucrada en otro escándalo de dopaje. El marido y entrenador de Longo, Patrice Ciprelli, fue detenido este miércoles junto a otra persona, acusado de presunto tráfico de productos dopantes y posesión de EPO. Al esposo de la corredora francesa se le acusa de «contrabando de mercancías peligrosas para la salud», «infracciones a las reglas del comercio de sustancias venenosas» e «importación de sustancias o de procedimientos prohibidos para su uso en deportistas sin justificación médica». Según fuentes cercanas a la investigación llevada a cabo por la Fiscalía de Grenoble, el amigo de Ciprelli sería Michel Lucatelli, director de la selección francesa de esquí de fondo.

El pasado 13 de septiembre, el periódico ‘L’Equipe’ aseguró que Ciprelli compró EPO en China en una página de internet en Estados Unidos con la ayuda de un ex ciclista estadounidense, Joe Papp. Tres días más tarde, la Fiscalía de Grenoble abrió una investigación preliminar al esposo de Longo y a la laureada ciclista que atesora 13 títulos mundiales en su palmarés, además de un oro olímpico y cerca de sesenta nacionales. El domicilio de Longo y su esposo en Saint-Martin-le-Vinoux fue registrado este miércoles por una unidad de lucha contra el dopaje, y los gendarmes decidieron entonces retener a Ciprelli para someter al técnico a un interrogatorio.

La ‘redada’ antidopaje realizada por las fuerzas de seguridad francesas se produjo después de que los agentes descubriesen «al menos cinco operaciones sospechosas» del marido de Longo. Según ‘L’Equipe’, en las tres últimas, que corresponden a 2011, los agentes encontraron varias facturas de unos 500 euros cada una que relacionan una cuenta del marido de Longo con un paquete enviado por correo que contenía Eprex, es decir, EPO de primera generación.

Sospechosa

Jeannie Longo ya renunció a disputar el último Mundial ante las sospechas de dopaje, después de haber contravenido tres veces las reglas de localización para someterse a controles ‘antidoping’, lo que podría haberle supuesto hasta dos años de suspensión, y según el diario deportivo francés, «los investigadores no están lejos de lograr establecer una posible relación con su marido». El Ministerio de Deportes francés, para el que Ciprelli trabaja a tiempo parcial, guarda un «silencio ensordecedor» sobre el caso, lamenta ‘L’Équipe’, que revela que la última compra de EPO por parte del técnico se produjo el pasado mes de mayo, es decir, poco antes del Campeonato de Francia en el que Longo logró el título de contrarreloj.

Longo ya dio positivo por efedrina en 1987, pero desde entonces, y hasta el pasado año, no se había vuelto a cuestionar la limpieza de unas de las mejores deportistas francesas de la historia. Ahora, además de verse amenazada por la imputación de diversos cargos, se arriesga a perderse los Juegos Olímpicos de Londres.