Arco, obligado al optimismo
La feria de arte contemporáneo aborda su 31 edición confiada en que su "buena salud" le permitirá bandear la crisis
MADRID Actualizado: Guardar"Sabemos que la crisis está ahí. Vivimos en ella, pero estamos obligados a hacer como si no existiera. Somos y debemos ser optimistas". Así razona Luis Eduardo Cortés, presidente de IFEMA, la institución Ferial de Madrid que desde hacer más de tres décadas organiza Arco, la feria internacional de arte contemporáneo. Un certamen "con buena salud" que se autoimpone el optimismo y cuyos responsables se amparan en que, en tiempos de vacas flacas, la compra de arte se resiente menos que otros sectores y "resiste mejor". Carlos Urroz dirige Arco desde hace dos años. Su optimismo no es congénito, como el del Luis Eduardo Cortés, pero tampoco se deja arrastra por el pesimismo. Cree Urroz que la segunda edición que comanda tras tomar el testigo de Lourdes Fernández "irá bien". Eso sí, a una semana de la inauguración del la 31 edición de Arco, entiende Urroz que sería catastrófico que se plantee organizar una segunda feria de arte contemporáneo en España.
Se pronunciaba así Urroz ante la posibilidad de que Barcelona acoja otra feria de la mano de Vicente Todolí, uno de los grandes agitadores de la creación contemporánea y exdirector de la Tate Modern de Londres y probable director del proyecto catalán. "La experiencia nos dice que cuando en un país hay dos ferias, ambas salen perdiendo y se perjudican mutuamente. Lo hemos visto en Alemania, con Berlín y Colonia, o en Estados Unidos cuando han competido Nueva York, Chicago y Miami". "No creo que sea una buena idea, ni que haya campo para las dos" aseguró Urroz. Para Cortés, por contra, "la posición oficial de IFEMA es dar la bienvenida al bienal de Barcelona, si es que se hace, y desearle lo mejor". "Cuanto mayor es la actividad mejor; se generará más interés", diagnostica el presidente de IFEMA.
Los príncipes de Asturias inaugurarán oficialmente la trigésima primera edición de Arco, que ocupará los pabellones 8 y 10 de IFEMA entre el 15 y el 19 de febrero. Habrá 215 galerías de 29 países, con obras de casi tres millares de creadores. Con Holanda como país invitado, habrá una selección de 14 galerías para mostrar el panorama actual del arte contemporáneo neerlandés en la sección 'Focus Países Bajos'. La propuesta, con la colaboración de la Fundación Mondrian y de la embajada de los Países Bajos en España, parte del comisario Xander Karskens.
En el programa general hay 119 las galerías extranjeras. Entre ellas algunas de las grandes firmas del sector en Europa que habían dado la espalda a Arco en los últimos años y que ahora están de regreso, denotando la "buena salud" de la feria según su director. Entre ellas la alemana Carlier i Gebauer, la belga Micheline Szwajcer o la francesa Chantal Crousel. "Traemos mucha gente de fuera para compensar las posibles carencias del mercado interior", apunta Urroz. Insiste en que "Arco es una cita internacional" y apuesta por su éxito en base al nivel de los participantes, la mayor ocupación y el creciente número de coleccionistas "lo que nos permite prever resultados satisfactorios".
Homenaje a Tàpies
La feria, que abrirá sus puertas apenas una semana después de la muerte de Antoni Tàpies, rendirá homenaje al gran maestro del informalismo fallecido el lunes, sin duda el artista español más relevante e internacional de la segunda mitad del siglo XX y cuya obra ha sido es y será un valor seguro en Arco. "El mejor homenaje que se le puede hacer es que su obra esté en la feria como siempre y que se venda como nunca" aseguraba Carlos Urroz. Habrá piezas de todas las épocas del maestro catalán de abstracción en la galería de Toni Tàpies, hijo del artista, en Lelong, en Soledad Lorenzo o en Elvira González, que acoge en su sala madrileña la que es la última muestra en un galería de Tàpies. Se suma al homenaje un vídeo sobre Tàpies realizado por TVE.
Arco mantiene este año la iniciativa que lanzó el pasado, el programa 'first collector' para prestar asesoría a compradores neófitos e inseguros que quieren iniciarse en el coleccionismo. Comandado por Elvira Hernando, el programa asesoró a casi una veintena de nuevos coleccionistas en 2011.
En esta edición han reclamado su servicio casi una treintena. El negocio que genera es apenas una gota de agua en el océano de la feria "pero es muy importante para asegurar el futuro" dice el director de Arco, que invita además este año a casi 300 coleccionistas de todo el mundo.
Negocio sin instituciones
Será llamativa este año la falta de espacios de Comunidades Autónomas y organismos oficiales. Una ausencia institucional que también celebra el presidente de IFEMA que considera "normal y correcta" esta ausencia institucional en el contexto de la crisis económica. "No hay que olvidar nunca que Arco es una feria y por tanto un negocio; si deja de ser negocio deja de tener sentido" dice Cortés, que detecta "interés por moverse y por empezar a invertir".
Con todo, un año más los gestores de Arco se niegan a facilitar cifras que permita calibrar el volumen de ese negocio. No hay datos más allá de la optimista convicción que les hace presumir "que la feria irá bien, como ha ido en los últimos años, y volverá a ir bien. Nos basta con esa percepción" zanjan la cuestión. En base a las desconocida "cifras positivas logradas en la pasada edición". Cortés se mostró convencido de que este año "también lo serán".
Ente las novedades, la demanda a cada galería para que destaque el trabajo de un artista dentro de su oferta. Gracias a esta pionera iniciativa del 'Artista destacado' veremos obras de Ai Weiwei en IvoryPress, de Mapplethorpe en Elvira González, de Erwin Olaf en Espacio Mínimo, de Jerónimo Elespe en Soledad Lorenzo o de Manolo Valdés en Marlborough.
También es nueva la sección 'Solo objects' dedicada a la escultura y con doce proyectos. En tres espacios de la feria se verán instalaciones de gran formato, como la enorme escultura de Jaume Plensa, una instalación a base de latas de conserva por Marius Neg o la escalera neoyorkina que reproducirá Isidro Blasco.