Hamás y Al-Fatah pactan su primer Gobierno de unidad

El pacto de reconciliación firmado hace nueve meses entre Al-Fatah y los islamistas de Hamás recibió ayer en Catar un decisivo espaldarazo hacia la reunificación con el nombramiento de Mahmud Abbas, líder de la primera organización, como jefe del nuevo Gobierno de unidad nacional. Sobre Abbas -a la sazón presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que gobierna Cisjordania- recae ahora la responsabilidad de preparar las próximas elecciones presidenciales y legislativas previstas para el 4 de mayo. Una cita que se prevé decisiva para enterrar la rivalidad que en 2007 fracturó el entendimiento entre Hamás y Al-Fatah, y derivó en la formación de dos Ejecutivos: los islamistas en Gaza y sus rivales en Cisjordania.

El pacto suscrito ayer en la capital catarí, Doha, tras dos días de reuniones entre Abbas y el líder de Hamás, Jaled Meshal, contempla la creación de un Gabinete integrado por tecnócratas independientes. También prevé la liberación de todos los presos políticos y la reactivación del Consejo Nacional Palestino en paralelo a la preparación de los comicios. No obstante, el Comité Electoral ya ha advertido de que resultará imposible preparar las elecciones para esa fecha a causa de los retrasos en las negociaciones.

«Cerrar las heridas»

El actual primer ministro de la ANP, Salam Fayad, que fue descartado para presidir el Gobierno de unidad debido a la oposición de Hamás, aplaudió el histórico paso alcanzado. «Es una necesidad nacional y un hito para emplear las capacidades de nuestro pueblo para poner fin a la ocupación israelí y mantener nuestra determinación de establecer un Estado de Palestina independiente», aseguró.

Abbas, que apoyaba también la continuidad de Fayad, resaltó la importancia del acuerdo con los islamistas bajo los auspicios del emir de Catar, el jeque Hamd bin Jalifa al-Zani. «No hemos firmado por firmar, sino con la intención de aplicar todo lo que respecta a las elecciones y la reconciliación», aseguró. En ese misma línea se pronunció el líder de Hamás, que manifestó su deseo de «cerrar las heridas y acabar con la división».

La satisfacción de los palestinos contrastó con la reacción del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. «No se puede agarrar un palo por ambos extremos. Es la paz con Hamás o la paz con Israel», sentenció. De igual modo hizo palpable su consternación el ministro de Exteriores de Tel Aviv, Igal Palmor, quien reiteró que el acuerdo de los palestinos supone «más complacencia hacia Hamás, el mayor obstáculo en el camino de la paz y del compromiso». A su modo de ver, el paso que ha dado Al-Fatah bloquea el diálogo abierto para conseguir un equilibrio en Oriente Próximo.