La gaditana tiene su propia academia de baile en la Viña . :: A. VÁZQUEZ
Sociedad

Los volantes gaditanos cruzan el charco

La bailaora Lidia Cabello presenta su espectáculo flamenco 'Al sur del Sur' en ArgentinaLa compañía de la artista representa a Cádiz en el Festival de Cosquín en el año de la celebración del Bicentenario

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Tacón de oro y brazada de cisne. Raza en las tablas y poesía en sus curvas. Así despierta el flamenco en la danza de la bailaora gaditana Lidia Cabello. Una artista local de reconocido prestigio que ha sido la elegida por el Ayuntamiento de Cádiz para representar la gracia y fuerza gaditanas en el Festival de Cosquín de Córdoba, en Argentina, dentro del intercambio cultural que ambos países desarrollarán durante este año con motivo del Bicentenario y la proclamación de Cádiz como Capital Iberoamericana de la Cultura.

La virtuosa de los volantes cruzó el charco el pasado 21 de enero para participar por tercer año consecutivo en el prestigioso certamen argentino donde exponen su espectáculo artistas de toda Latinoamérica. En el escenario de la Plaza Próspero Molina, lugar donde se celebró el encuentro, la gaditana desplegó su talento con el recital 'Al sur del Sur', un fragmento de su espectáculo 'Maera vieja' con el que ha conseguido ya el calor del público de países como Bélgica, Italia o Suiza. En su viaje de lunares la acompañó al cante Samara Montañés y May Fernández, y en el tacón, Ana González. La parte instrumental corrió a cargo de músicos gaditanos de gran bagaje profesional, como Niño de la Leo, a la cuerda, Emilio Martín 'Pichi', con el violín y la percusión de Jona Luna, que cuenta ya con dos discos en el mercado. El grupo flamenco dejó bien alto el listón con un espectáculo donde voz y danza intercambiaban papeles con mantones de manila como cortinas de arte al ritmo de soleares por bulerías y jaleos extremeños. Dos palos que encuentran su cuna en 'Maera Vieja' junto a otros como los tanguillos, las alegrías o los tangos. Todos ellos ramas esenciales del árbol genealógico del flamenco y que representan «lo más puro de la tierra», tal y como explica la bailaora gaditana. No obstante, el cuadro solo ha podido lucir una parte de este recital en el país latino, ya que en Festival de Cosquín, despliegan su arte numerosos grupos.

Un certamen colorido

El rock, el pop, la música clásica, todo los ritmos tiene cabida en las tablas de la ciudad de Córdoba. «En Argentina aman el flamenco y nos recibieron con los brazos abiertos. Es impresionante actuar para más de 20.000 personas y recibir el calor de su aplauso», subraya la virtuosa del tacón gaditano. Un reconocimiento que no es fácil de conseguir en este certamen ya que, según afirma la artista, «el público de Argentina es muy exigente y no concede su aprobación a cualquier actuación».

«En el certamen hubo grupos que pasaron sin pena ni gloria y que se bajaron del escenario sin el aplauso de la gente. Fue muy emocionante recibir su ovación. No obstante, tengo que aclarar que son muy respetuosos», afirma la artista. Sin duda, este arte, Patrimonio de la Humanidad, no conoce fronteras y tiene su propia expresión en el país vecino con las chacarenas. «Es una danza muy parecida a las sevillanas. También se bailan en pareja. De hecho, el público no paraba de pedirnos que bailáramos el palo sevillano. Nosotros queríamos interpretar tanguillos, que es lo más gaditano, pero entendimos que las sevillanas es la expresión más conocida del flamenco fuera de nuestras fronteras». Un trabajo que obtuvo su reconocimiento por parte de la organización del evento cultural, ya que se le hizo entrega a la compañía de la cinta coscaína, un detalle para agradecer la participación del grupo en el festival y reconocer su talento a nivel internacional.

Además, en el mismo evento, el presidente de la comisión organizadora, Marcelo Villanueva, la intendenta a cargo, Rossana Adaglio y el embajador del evento, Rodolfo Moreno, anunciaron que Cosquín representará a Argentina en la celebración del Bicentenario de la Carta Magna que tendrá lugar en Cádiz este año y con motivo del intercambio cultural previsto para el mismo. Su turno llegará en septiembre, mes en que le tocará a la Tacita de Plata ejercer de embajadora y abrirle los brazos a los artistas argentinos.

Mientras llega ese momento de simbiosis de talento internacional, los virtuosos locales siguen con sus quehaceres artísticos. Lidia Cabello espera la conmemoración del Doce con mucha ilusión. «El flamenco debe estar muy presente en la celebración del Bicentenario, ya que en el siglo XIX las tabernas eran un foco cultural que inspiraban letras de poetas y escritores. De ahí que en las alegrías de Cádiz se haga mención a las gaditanas de la época», reivindica la bailaora. Y así es, puesto que en el himno gaditano reza en unas de sus estrofas: «con las bombas que tiran los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones». Una huella que ha superado el paso del tiempo respirando en las curvas de las bailaoras más prestigiosas del país y que ahora cobra sentido histórico. Un despliegue que tendrá su minuto de gloria.

Mientras llega, la bailaora continúa con sus agenda profesional. Todas los días regala su talento a niñas y adultas en su academia en el barrio de la Viña, un local que lleva regentando siete años. Un trabajo que combina con los ensayos de su recital 'La voz del silencio', un espectáculo inspirado en la obra lorquiana 'La casa de Bernarda Alba' que ya ha sido estrenado en el Centro de La Merced con gran éxito.