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El San Fernando vence sin apuros al Cádiz B y confirma su mejoría
Tarde de debuts en La Isla, pues se estrenan Adrián Martín y el recuperado Puli por los locales y Richard Boateng en los visitantes
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarEl San Fernando demostró ayer que ya ha sabido dejar atrás los tiempos en los que era un equipo desordenado, anárquico, caótico e inestable. Con la llegada de Antonio Iriondo ya da muestras de que el bloque se va cohesionando, y sobre el campo los azulinos han crecido mucho.
Contra el Cádiz B partieron de la solidez defensiva que ya se va notando desde que el vasco incrustara en la zaga a Raúl López, y a partir de ahí fueron los que más ocasiones generaron y los únicos que las convirtieron. El equipo de Juanma Carrillo mostró talante, apuntó maneras, pero volvió a pecar de ser perro ladrador y poco mordedor.
En la primera mitad, de hecho, tan solo tuvieron una ocasión clara. Cuero entró por la izquierda pero su pase de la muerte a Boateng lo desbarató Sambruno.
Antes ya le había dado tiempo al San Fernando de adelantarse, de nuevo gracias a la habilidad de Pedro Carrión. El malagueño, el sábado estrella por un día en las cámaras de Cuatro, metió el gol donde hay que meterlo y puso el partido de cara para los isleños. Recibió un pase a la derecha de un mejorado Ocaña y batió por debajo de las piernas a Álex Cobaleda con un disparo raso y cruzado.
Grande el malagueño pero grande también el cordobés, criticado por su rendimiento de las últimas semanas, que ayer mejoró con creces en todas sus facetas. Pudo Carrión hacer el segundo antes del descanso, pero se entretuvo en un disparo y le dio tiempo a Floren a echársele encima para taparlo.
En la segunda parte salió igualmente enchufado el equipo amarillo, pero fueron los azulinos los que llegaron con claridad. Akrong por poco no se mete él solito el segundo al despejar un pase de la muerte de Ocaña que buscaba a Carrión, pero para su fortuna el balón salió repelido por el palo.
David Zamora, que había vuelto a la portería en lugar de Bocardo, volvió a dar muestras de inseguridad con un mal despeje que por poco le cuesta un susto, pero ayer la fortuna estaba del lado local.
De haberse mascado tímidamente el empate a llegar el segundo que ponía las cosas muy de cara para el San Fernando. Iván Guerrero recordó sus mejores tiempos de goleador y, magníficamente habilitado por Sergio Beato (que ayer volvió a demostrar que es uno de los mejores pasadores de la categoría), fusiló a Cobaleda dentro del área.
Con el 2-0 empezaba a dar la sensación de que el partido ya no se le escapaba al cuadro de Iriondo, pero el Cádiz B no bajó los brazos y pudo meterse de lleno. Zamora derribó a Cuero dentro del área, y después enmendó su error con una soberbia parada a lanzamiento de Gordo desde los once metros.
Gordo falló un penalti
La euforia se apoderaba del graderío, máxime cuando Ñoño ponía el broche de oro con otro gran gol dentro del área, fabricado con temple y clase y, cómo no, a pase de Sergio Beato. El 3-0 dictaba sentencia.
Después vinieron los minutos para hacer pruebas y dar oportunidades. La tuvo Adrián Martín, que jugó cinco minutitos, y también Puli, que reaparecía tras ocho meses de lesión. El isleño no tocó el balón pero sí la fibra sensible de la grada, que lo ovacionó hasta en el calentamiento. La de ayer fue tarde de debuts, pues en el Cádiz B también se estrenó Boateng; éste, disfrutando de los 90 minutos. En estos instantes finales, el filial tuvo su gol pero tampoco estuvo acertado.