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ESPAÑA

Griñán pierde su congreso a menos de dos meses de las elecciones autonómicas

El presidente andaluz niega haber quedado en una posición de debilidad al haber apoyado la ejecutiva del PSOE-A a Chacón

SEVILLA.Actualizado:

José Antonio Griñán es, junto a Carme Chacón, el otro gran derrotado del 38º congreso federal del PSOE. Un cónclave que el presidente andaluz asumió como suyo ya que la elección de Sevilla como lugar de celebración era un gesto de claro respaldo de todo el partido a los socialistas andaluces y para reforzar a su candidato cara a las relevantes elecciones autonómicas del 25 de marzo. El presidente de la Junta y líder del partido mantuvo una postura de 'neutralidad activa' en la batalla de los aspirantes por captar respaldos en las últimas semanas. A nadie escapa, sin embargo, sus simpatías con la postura adoptada por la dirección regional, con su número dos, Susana Díaz, a la cabeza, y cinco de los ocho secretarios generales provinciales (Huelva, Málaga, Córdoba, Granada y Almería) de apoyo claro y explícito por la exministra de Defensa frente al finalmente ganador Alfredo Pérez Rubalcaba.

A este respecto, en declaraciones a la prensa, Griñán, que no quiso desvelar el sentido de su voto, negó que haya quedado en una posición de debilidad y subrayó: «Hablar de una posición débil sería un lectura equivocada del congreso. Todos nos sentimos ganadores. Con Rubalcaba se va a producir, sin duda, una integración a partir de su liderazgo».

Y volvió a insistir que él con quien tiene una vieja amistad es con Rubalcaba (fueron compañeros en los gobiernos de Felipe González). El nuevo líder socialista apenas le mencionó en su discurso de proclamación, solo al final y en clave electoral, manifestó: «Y el lunes, Pepe a trabajar, trabajar y trabajar para ganar Andalucía y también en Asturias (en alusión al secretario general asturiano, Javier Fernández)».

Por su parte, el hasta ahora secretario de Política Local y Autonomía del PSOE y exconsejero andaluz, Gaspar Zarrías, garantizó la integración y aseguró: «Griñán no ha perdido el congreso. El congreso lo ha ganado el partido y lo han ganado todos los militantes, incluido Griñán».

Zarrías, que apostó por Rubalcaba y a quien algunas fuentes sitúan como una pieza clave en la visoria del exministro de Interior, negó que haya división en el socialismo andaluz, aunque reconoció que existen «puntos de vista distintos». «La democracia es así, hay diferentes puntos de vista y el veredicto de las urnas es inapelable. Ahora todos juntos y aquí nadie sobra, todo lo contrario», sentenció.

Más incisivo se mostró el exvicesecretario general del PSOE andaluz Luis Pizarro criticó la postura mantenida por Griñán en el proceso. «No entiendo por qué desde una posición de neutralidad activa se impide pronunciarse a determinados dirigentes en un debate democrático», arguyó.

Otro revés

La federación andaluza -la más numerosa de las asistentes- llegó al cónclave en un clima de gran tensión y a cara de perro, con denuncias incluidas, por parte de los partidarios de Rubalcaba, de «juego sucio y presiones» por parte del aparato del partido para que se votara a Chacón. El veredicto de los delegados supuso un nuevo revés a la ejecutiva regional y al PSOE regional al que en los últimos meses le llueven las malas noticias bien en forma de derrotas electorales en las municipales y generales de 2011 y de encuestas que auguran el vuelco político en Andalucía con la llegada a la Junta del PP tras treinta años de gobiernos socialistas o bien bajo la imagen de escándalos como el de los falsos ERE.

Un escenario que resta opciones al PSOE de mantener el poder en Andalucía, el único gran bastión que aún conservan tras la 'marea azul' de victorias populares. Conscientes de esta situación, una vez proclamado el nuevo secretario general, un sector de los 'griñanistas' empezó a mover sus hilos para intentar que el congreso no se cierre hoy con una imagen debilitada del jefe del Gobierno andaluz. En este sentido, se intentó forzar que Rubalcaba designara a Griñán como presidente del partido -cargo que hasta ahora desempeñaba Manuel Chaves, políticamente enfrentado a su sucesor al frente del Ejecutivo-. Sin embargo, desde el sector 'rubalcabista' andaluz se apuntó que esa opción no se cerraría «ni muerto». Otras fuentes apuntaron que este puesto de gran simbolismo lo podría ocupar una mujer.

Negociación para la ejecutiva

Respecto a la presencia de andaluces en la nueva ejecutiva federal que se presentará este domingo ante el plenario, al cierre anoche de esta edición continuaban las negociaciones, que se preveían largas y difíciles, entre las distintas federaciones. Nadie se atrevía a hablar de nombres concretos y las quinielas eran numerosas y variadas. Fuentes consultadas explicaron que la clave de la nueva ejecutiva está en los gestos de Rubalcaba hacia Griñán, en forma de inclusión de algunos de sus afines, para intentar recomponer la imagen de debilidad del jefe del Ejecutivo regional.

José Antonio Griñán sí avanzó que la federación andaluza -al frente de la cual, en la primera toma de contacto, acudió el hasta ahora portavoz socialista en el Parlamento regional y líder del partido en Huelva, Mario Jiménez- iría con el planteamiento de no mirar si la cuota andaluza es «mayor o menor» sino con el espíritu de facilitar la gestión del Rubalcaba al frente del partido. «Le daré (a Rubalcaba) lo que él quiera, sin condiciones, ya que no es momento de fracturar al partido por territorios, aunque voy a insistir en que sea un equipo paritario e intergeneracional», apostilló el presidente andaluz.