González ve señales de confianza en España porque hay un Gobierno que «tiene programa»
BBVA gana 3.004 millones de euros en 2011, un 34,8% menos, tras ajustar a la baja el valor de su filial en Estados Unidos
MADRID.Actualizado:BBVA no esperó a conocer los nuevos requerimientos del Gobierno para dar a conocer sus resultados de 2011. El presidente del grupo, Francisco González, explicó que la entidad genera recursos más que suficientes para satisfacer las exigencias de saneamiento del ladrillo, al igual que las demandas de capital de la autoridad bancaria europea, sin necesidad de vender activos, sean o no estratégicos, ni de acudir a futuras ampliaciones. En su presentación de las cuentas del pasado año a los periodistas, González se esforzó por transmitir un mensaje de esperanza en el futuro inmediato de la economía española. «Ya hay un gobierno que se mueve, que dispone de un fuerte mandato y que ya tiene un programa, y yo mismo he percibido que la confianza se empieza a generar», afirmó.
En consecuencia, y pese al retroceso del PIB nacional, que en breve confirmará el servicio de estudios de la entidad, se muestra convencido de que el resultado del negocio del banco en España, excluidos saneamientos extraordinarios del proceso de reestructuración, va a repuntar en 2012. De partida, el grupo BBVA ya ha aumentado capital hasta el 8,7% sobre activos -y se queda a tres décimas del objetivo del 9% impuesto a los más grandes por la EBA-, mientras ha optado por «esperar y ver» los detalles de la decisión final del Ejecutivo sobre la nueva limpieza que impondrá a los balances con la intención de adecuar el valor del suelo y las viviendas al precio que ahora tienen en el mercado. A priori, González juzgó la medida en términos muy positivos, como un instrumento eficacísimo para generar credibilidad en la banca española. Dijo que BBVA se adecuará este mismo año, y declaró que no le parece mal, con matices, que algún tipo de ayuda pública como los préstamos del FROB contribuya a reforzar a otras instituciones, a condición de que sean solventes y su negocio viable.
Por el contrario, el responsable bancario se declaró totalmente opuesto a que las cajas ya 'nacionalizadas' sigan otro camino que no sea el de la puesta a la venta en pública, competitiva y transparente subasta. Hacer otra cosa sería «añadir dinero bueno a dinero malo» y de ahí nunca sale nada positivo, comentó. También consideró «el mundo al revés» que cajas de ahorro que han recibido ayudas puedan pujar por otras, y aseguró no haber sido presionado por el Ejecutivo para emprender una operación corporativa. «Estamos en un estado de derecho y el Gobierno entiende muy bien lo que es eso», declaró.
BBVA no oculta que sigue buscando su oportunidad, para crecer en áreas de España como Cataluña, donde tiene menos presencia. Dentro de un mapa que quedará reducido a cinco o seis grandes y algunos pequeños, Bankia no es una opción, aseveró Francisco González, y justificó este descarte en los inconvenientes que puede presentar para el sistema la suma de dos gigantes bancarios. Pero no quiso entrar en especulaciones, ni reconocer que ese argumento es igualmente válido para una eventual fusión de la entidad que preside Rodrigo Rato con Santander o con La Caixa.
El grupo BBVA, que ha ido paso a paso en el reconocimiento del problema inmobiliario en España y que lleva ocho trimestres consecutivos con el mismo nivel de morosidad en el ámbito nacional, ha optado por destinar buena parte de las ganancias del pasado ejercicio al ajuste a la baja del valor de su filial en Estados Unidos. Por eso presentó un beneficio atribuido de 3.004 millones de euros, un 34,8% menos que en 2010. Sin ese impacto contable, que se llevó la práctica totalidad del resultado del cuarto trimestre, el beneficio ordinario asciende a 4.015 millones de euros, un 12,8% menos, un descenso justificado en este caso por la durísima coyuntura.