El Gobierno estudia la prisión permanente para los etarras
La reforma, admiten en el Ejecutivo, no podría aplicarse a los actuales presos de ETA, pero sí en caso de que la banda retome las armas
MADRID.Actualizado:El Gobierno sabe que es más un mensaje que una reforma con efectos reales, pero el Ejecutivo quiere que sea un aviso a navegantes que sirva para afianzar la desaparición definitiva de ETA y, de paso, dejar claro que solo habrá beneficios penitenciarios para los arrepentidos. El Ministerio de Justicia estudia incluir a los terroristas que no pidan perdón y que sigan fieles a las directrices de ETA dentro del proyecto para introducir la prisión permanente revisable en el Código Penal. En ningún caso, reconocen los juristas de Interior y Justicia, podría aplicarse esta pena a los presos actuales, habida cuenta del principio de retroactividad de las leyes desfavorables, pero sí a futuros terroristas en el supuesto que ETA retomara la vía armada.
El proyecto de incluir a los presos de ETA dentro de la prisión permanente revisable a los 20 años de cumplimiento es una idea que planteó en 2010 el entonces portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, según explicaron responsables del Ejecutivo. El proyecto no salió adelante en aquel momento por falta de apoyo parlamentario al PP, pero se va a volver a presentar a corto plazo en el Congreso.
El titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, confirmó ayer que en este tipo penal encajarían los etarras presos que no solo no muestren «arrepentimiento» sino que además tengan «voluntad de seguir en la misma línea que motivó» su encarcelamiento.
Sin «amnistía»
Como ya hiciera el martes el ministro del Interior en el Congreso, Ruiz-Gallardón insistió en que por los planes del Gobierno no pasan, ni mucho menos, por aplicar excarcelaciones de etarras enfermos o con condenas avanzadas como respuesta al anuncio de la banda terrorista de abandonar las armas. El Ejecutivo considera que, más allá del acercamiento de internos, cualquier medida colectiva que comporte beneficios a los presos de ETA sería una suerte de amnistía y «nuestra Constitución prohibe los indultos generales y, por tanto, la amnistía». «El derecho de gracia no es un instrumento de gracia general», reiteró el ministro de Justicia.
Según explicaron ayer altos responsables del Ejecutivo, tanto en el departamento que dirige Ruiz-Gallardón como en el que encabeza Jorge Fernández Díaz el «único escenario penitenciario» que se contempla sigue siendo la denominada 'vía Nanclares', esto es beneficios penitenciarios «individualizados» a los etarras que cumplan con cuatro condiciones: perdón a las víctimas, ruptura «fehaciente» con la banda terrorista, pago de las indeminazaciones y colaboración con la justicia.
Como reconoció ante el Congreso el propio Fernández Díaz, esta vía, a la que en los últimos años se habían acogido una treintena larga de disidentes, se encuentra en la actualidad prácticamente bloqueada, ya que la declaración del cese de actividades de ETA ha creado «falsas expectativas» entre los etarras de lograr beneficios en bloque sin tener que significar la disidencia ante sus compañeros.
El Gobierno cree, no obstante, que en cuestión de meses, y con mensajes de firmeza como el de la reforma del Código Penal o el de que sin perdón jamás habrá beneficios, la rebeldía en la banda armada volverá a crecer.