No son números, son vidas

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre por desgracia no nos han sorprendido: el desempleo crece. Andalucía sobrepasa ampliamente el millón doscientos mil parados. Basta estar en la calle, escuchar a los vecinos y vecinas, para ver la tendencia negativa que tenemos y que todavía no se ha detenido, como veremos en la próxima EPA.

Si escuchamos a los ciudadanos comprobamos que no estamos hablando de meros números, de meras estadísticas frías, de dibujos de rayas que suben y bajan, sino que estamos hablando de vidas. Sí, de vidas de personas. Vidas que se han complicado, que han venido en muchos casos aguantando gracias a la solidaridad de las familias y de amigos pero que están al límite de poder ayudar. Todos hemos conocido familias que se mantienen increíblemente por la pensión de los abuelos. Gracias a estos ejemplos de verdadera solidaridad nuestra sociedad andaluza ha llegado hasta hoy sin ningún estallido social.

Hablamos continuamente de la crisis, pero las posibles salidas de ésta se llevan a cabo desde la Unión Europea y desde el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy basándose en los recortes, en meter la tijera, pero lo prioritario no debe ser eso, entendemos los andalucistas, sino la creación de empleo. Si aumentara el número de empleos aumentaría el consumo, que ahora baja ostensiblemente, aumentarían congruentemente los ingresos por impuestos, etc. Sería cambiar el rumbo que llevamos en nuestra economía. No es fácil la creación de empleo, no vamos a engañar, pero tampoco es imposible, sobre todo en nuestra tierra andaluza que sigue teniendo posibilidades tanto materiales como en un capital humano muy preparado, en esto debemos encaminar todos nuestros esfuerzos, empezando por luchar por mantener los empleos y las empresas que ya existen y que no debemos dejar que se desmoronen.

No voy a negar que es necesaria una mayor austeridad en el gasto público, algo que los andalucistas hemos reclamado desde hace tiempo. Es necesario un nuevo modelo fiscal desde hace tiempo más justo, un modelo que el PSOE ha propiciado en estos años de gobierno que es injusto y muy poco progresista, pues las grandes fortunas han estado blindadas en los impuestos comparativamente con el ciudadano que tiene una nómina. Hace falta empezar con un acuerdo a nivel internacional y de la Unión Europea para acabar con los paraísos fiscales, desde donde se mueve el capitalismo especulativo, siguiendo por una lucha contra el fraude fiscal, calculada en más de 80.000 millones de euros anuales en todo el estado o acabar con el agravio distributivo que son las sociedades para las grandes fortunas. Solamente con reducir el fraude fiscal a lo mínimo estaríamos hablando de que los recortes y subidas de impuestos habidos y por venir no serían necesarios.

Mientras mantengamos este sistema, tenemos una injusticia pues se carga el peso de la crisis económica en los más débiles, los trabajadores y las clases medias, por ello hay que poner límites infranqueables a estos recortes. Sectores como la educación, la sanidad y las ayudas a la dependencia no deben verse afectados, a la vez que es necesario articular una Renta Social Básica que asegure la subsistencia mínima de todos los ciudadanos, con los procedimientos suficientes que eviten el clientelismo o el asistencialismo.

El tema del desempleo en Andalucía debe de diferenciarse del resto del Estado español. Se puede decir que el paro en Andalucía es, por sí mismo, un tema de Estado, es un problema de Estado, pues supone un porcentaje superior a la media de España en 10 puntos, casi una cuarta parte del total. Ello ha motivado que los andalucistas exijamos un Plan de Empleo Prioritario para Andalucía (PEPA), o sea, que el paro de Andalucía sea un tema prioritario y que debe estar por delante de cualquier nuevo acuerdo fiscal con Cataluña o cualquier otra reivindicación de otro pueblo del Estado español.

Los andalucistas sabemos que nos queda un camino duro pero Andalucía tiene posibilidades, el problema es que durante los últimos años han dejado que rodáramos por la cuesta hacia abajo, más preocupados PSOE y PP en su lucha por el poder que en buscar soluciones.

Esta nueva legislatura de la Junta de Andalucía, que empezará el día 25 de marzo, debería basarse -y ahí radica una de nuestras propuestas- en el consenso como sistema en lo fundamental, estamos en Andalucía en situación de alarma, basta ver porcentaje y datos absolutos de paro, y mientras no bajemos 10 puntos y nos igualemos a la media del Estado español debemos actuar como una piña, todos centrados en la lucha contra el paro.

No podemos dejar que ocurran casos como los de nuestra flota pesquera que sin razones lógicas tuvo que dejar el caladero de Marruecos por culpa del Parlamento Europeo y la pasividad de aquí; no podemos dejar que nuestra agricultura y ganadería sigan limitadas por los intermediarios y por la falta de canales de distribución y no de el salto cualitativo que puede tener; no podemos dejar que se siga desmantelando nuestro sector industrial; no podemos dejar de luchar para que el turismo andaluz sea vanguardia mundial; no podemos dejar la posibilidad real de ser autosuficientes con las energías renovables., no podemos dejar, en definitiva, que Andalucía siga callada, resignada, mientras que nuestras mejores generaciones se van camino de la emigración para desarrollar a otros pueblos.