Los «excesos» de Luciano Varela y el rifirrafe verbal
MADRID.Actualizado:Minutos antes de que Garzón comenzara a declarar, la sala que le juzga rechazó por mayoría las cuestiones previas planteadas por su defensa y por la Fiscalía, que habían solicitado la nulidad de la causa mediante la aplicación de la llamada 'doctrina Botín', que establece que no se puede abrir juicio oral cuando la única que lo solicita es la acusación popular.
La sala argumentó que, «sin perjuicio de los excesos que han sido denunciados cometidos en la instrucción» de Luciano Varela, es correcta en este caso la aplicación de la denominada 'doctrina Atutxa', que permite acusar en solitario a la acción popular si es para defender «intereses colectivos». Asimismo, señaló que la acusación contra Varela por «orientar» a Manos Limpias en el escrito de acusación «no tiene la entidad suficiente» para anular la vista oral.
La tensión se hizo palpable al final de la sesión con un rifirrafe verbal entre denunciantes de la asociación de la memoria y el presidente de Manos Limpias, Miguel Bernard. Los primeros acusaron a Bernard de tener las manos «manchadas de sangre» y éste les recordó los fusilamientos republicanos de Paracuellos del Jarama.