Emilio Botín, en un momento de la presentación de resultados. :: J. C. H. / EFE
Economia

Botín: «Los políticos tienen una culpa muy grande de la crisis»

El presidente del Santander, que recortó el beneficio un 35%para sanear el ladrillo, distingue la labor de unos bancos y otros

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Santander hace gala de nuevo de anticiparse. A cuatro días vista de que el Gobierno dé a conocer el próximo viernes las nuevas exigencias para la reestructuración del sector, ha presentado unas cuentas de 2011 en las que destina la práctica totalidad de las ganancias del último trimestre del pasado ejercicio a compensar una parte de la pérdida de valor de las viviendas y del suelo que ya se ha adjudicado por impagos.

En consecuencia, el grupo ha declarado un beneficio de 5.351 millones de euros, un 35% menos que en el año anterior, tras dedicar 1.812 millones a saneamientos brutos de los inmuebles y otros 600 millones a minimizar el importe de las adquisiciones en Portugal respecto a la cuantía apuntada en libros.

Emilio Botín, presidente de la entidad, atribuyó la culpa «y muy grande» de la crisis financiera y económica que atravesamos a unos políticos que «no han sabido llevar adelante los temas», mientras hizo claros distingos en las responsabilidades incurridas entre «unos y otros bancos». De algunos, el Santander entre ellos, argumentó que «han pagado sus impuestos, hecho un buen trabajo y no han recibido ayudas». Y apostilló que los impactos de la crisis son «dolorosos» para todos, porque también las entidades bancarias han salido perjudicadas. Recordó que el grupo que preside obtenía en 2008 un 30% de sus ganancias totales en España, proporción que el pasado año quedó reducida a algo menos del 10%. La contribución de Latinoamérica a las ganancias ya representa más de la mitad del total.

Pero el dirigente del primer grupo bancario español no da puntadas sin hilo, y sus referencias concretas a los políticos españoles les eximieron en parte de responsabilidades sobre los actuales problemas. Expresó su insatisfacción con la conducta del conjunto de los líderes europeos, y les acusó de actuar «con mucha lentitud» y de «no dar el juego suficiente al Reino Unido». Reconoció que en su día había refrendado con sus palabras actuaciones del socialista José Luis Rodríguez Zapatero «porque eran momentos diferentes, porque eso era lo que pensaba entonces y porque así convenía a los intereses del país».

De igual modo se declaró convencido de que el actual Ejecutivo popular, y su presidente, Mariano Rajoy, «están firmemente decididos» a sacar adelante unas reformas, la laboral y la financiera, «que van en la buena dirección» y que contribuirán a generar la confianza necesaria. En el ámbito laboral, aconsejó cambios «de profundo calado», que den flexibilidad a las empresas, establezcan criterios de productividad en temas salariales y permitan a los empresarios crear empleo.

Rescates con ayudas

Botín tiene ideas muy claras sobre la reestructuración financiera. El Santander, que ha empezado por sanear inmuebles y suelo adjudicados -el reparto lo determinará cuando conozca los nuevos requerimientos-, piensa llevar a cabo en el actual ejercicio el aumento de las provisiones sobre morosos y otros créditos sospechosos de incurrir en impago. Según las cuentas de algunos analistas, al grupo que preside Botín le correspondería dotar 5.000 millones de los 50.000 millones adicionales que el ministro de Economía ha estimado para el sector.

El presidente del grupo defendió que esa exigencia de rapidez se extienda a todo el sector, para saldar los problemas este mismo año. Entre las fórmulas que sugirió destacan las más drásticas: que las entidades inviables se vendan o desaparezcan. El grupo Santander está abierto a distintas opciones, pero matiza que todo «dependerá de las condiciones». Aseguró que, si les toca rescatar a alguien, pedirán «las ayudas que les den». «Seguramente van a quedar bastantes menos instituciones», admitió. Y se negó de plano a comentar el futuro de entidades concretas. «Bankia es una buena franquicia, que está haciendo sus ajustes y saldrá adelante», zanjó ante las insistentes preguntas sobre el futuro de la entidad que preside Rodrigo Rato.

En las cuentas del Santander de 2011 destacan otros saneamientos, a los que se destinaron los 1.513 millones de plusvalías. Sin extraordinarios, el resultado hubiera ascendido a 7.021 millones, con retroceso anual del 14%. La morosidad del grupo se quedó a final de año en el 3,89%, y la de España y Portugal ascendió al 5,5% del crédito, con aumento de 1,25 puntos en un año.