Toreros y empresas se pelean por los derechos de imagen

Primeras figuras del escalafón taurino, entre los que se encuentran Enrique Ponce, Morante de la Puebla, César Jiménez, El Juli, El Fandi, José María Manzanares, El Cid, Miguel Ángel Perera, Cayetano Rivera y Alejandro Talavante -agrupados en la plataforma conocida como G10-, difundieron ayer un duro comunicado que calienta todavía más la guerra abierta con el empresariado taurino por el cobro de los derechos de imagen en las corridas.

En su escrito, los toreros llegan a denunciar «las represalias» que han sufrido algunos de ellos por parte de algunas empresas, que no les han contratado en algunas ferias por sus pretensiones de cobrar y gestionar los derechos generados por la televisión.

Los profesionales rechazan que «empresarios y operadores (televisivos) establezcan bilateralmente los términos de las transmisiones de las grandes ferias», y reconocen que han contratado los servicios de la empresa All Sports Media para conseguir una mejor y mayor difusión de los festejos taurinos, su regreso a la parrilla de las cadenas generalistas y lograr «un tratamiento informativo más regular y constructivo». «Pocas veces hemos conocido cuándo y dónde se nos televisaba, qué derechos se habían vendido, cuántas difusiones se habían pactado y qué ocurría con el desarrollo de otras plataformas (Internet, streaming,.)», se lamentan los miembros del G10.

Los diestros afirman que, aunque todos sus compañeros se han podido adherir a su reivindicación, «nos consta que se han producido insólitas alianzas empresariales y pactos corporativos para malograr nuestra iniciativa. Se han buscado entre nosotros cabezas de turco y van a producirse toda clase de represalias, como ya se desprende de cuanto ha sucedido en la feria de Valencia», donde cinco de estos matadores no han sido incluidos en los carteles de Fallas. Se trata de Morante, César Jiménez, El Juli, Perera y Cayetano Rivera.

Este colectivo niega que el problema sea económico, pero matizan que el actual reparto de los derechos de televisión no reconoce de manera equilibrada su protagonismo. Insisten, además, que ellos no han reclamado ni un euro más a las televisiones, porque «somos conscientes de la crisis y nos hemos resentido de ella». En este asunto mantienen su más controvertida demanda: «Nos parece sensato que los toreros se repartan el 50% de los ingresos de la televisión. No hablamos de nosotros, del G10, sino del porcentaje que debería corresponder a los diestros en cada festejo. Nuestra sería la parte proporcional en función de las actuaciones».