El Gobierno promete respetar la autonomía del fiscal general

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró ayer que a través del nombramiento del nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, el Gobierno ha dado «un paso más» para «garantizar la actuación profesional y autónoma» del Ministerio Público.

Gallardón indicó que este «paso» es «solo uno más de los muchos que se darán en esta legislatura» en busca de garantías para la independencia del Poder Judicial y la reducción del ámbito político a «la tarea legislativa y el gobierno de la nación».

El titular de Justicia especificó que la Fiscalía tiene «una función absolutamente determinante» para promover la acción de la Justicia y «lo tiene que hacer desde los criterios de imparcialidad y autonomía que consagra la Constitución y el estatuto orgánico».

En los mismos términos, la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, aprovechó la toma de posesión de Torres-Dulce para recordar que «es tiempo de tener una Fiscalía independiente y defensora de la legalidad y el interés general».

Durante su intervención en este acto, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, destacó el papel de los fiscales como «defensores del Estado y de los más necesitados de defensa», como son los menores o los incapacitados, y contrapuso esta imagen de los representantes del Ministerio Público a «la equivocada de acusadores que disfrutan de la condena» de los enjuiciados.

Seguidamente, Dívar aprovechó la ocasión para desear al nuevo responsable de la cartera de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que «Dios guíe el acierto de sus pasos en todo momento».