Cascos convoca por sorpresa elecciones anticipadas en Asturias
Justifica la decisión ante la imposibilidad de aprobar sus presupuestos por el «complot» de PSOE y PP
MADRID.Actualizado:El presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez Cascos, anunció ayer la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas para el 25 de marzo. Justificó la decisión por la imposibilidad de aprobar los Presupuestos de este año porque su proyecto de cuentas fue rechazado la semana pasada con los votos en contra de PSOE y PP. «El presupuesto -dijo Cascos tras firmar la convocatoria de los comicios- es el libro de cabecera de un gobierno, sin presupuesto no hay programa de gobierno» y, por tanto, es imposible gobernar.
Los resultados de las autonómicas del 22 de mayo en Asturias hacían prever una difícil legislatura porque condenaban al gobierno que resultase a estar en minoría. Pero lo que no entraba en los cálculos de nadie, al menos fuera del Principado, era que el carácter volcánico del presidente autonómico, ante el primer revés serio en el Parlamento, iba a propiciar la solución más drástica: punto final a la legislatura a los siete meses de arrancar, disolución de la cámara legislativa y elecciones anticipadas el 25 de marzo, el mismo día que Andalucía.
Cascos, fundador y líder indiscutido del Foro Asturias, denunció que PSOE y PP han urdido un «complot» contra su Ejecutivo para forzarle a gobernar con los Presupuestos prorrogados del año pasado. De haberlo hecho, agregó en una comparecencia sin preguntas, hubiera supuesto un «suicidio» económico y social porque con esas cuentas el Principado tendría este año un déficit de por lo menos 600 millones de euros.
El exsecretario general del PP y exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar denunció la existencia de esta «anómala alianza» de socialistas y populares para «impedir» que gobernase y para abortar «el programa del cambio» que pensaba poner en marcha. Cascos explicó que optó por el adelanto electoral para no ser «cómplice pasivo» de esa «trama» tejida por el PSOE y PP para los que Asturias es «su cortijo» para proteger «intereses inconfesables en chiringuitos sectarios».
El presidente del Gobierno Mariano Rajoy, preguntado ayer en Bruselas sobre la decisión de su excompañero de partido, prefirió no entrar a fondo al asunto, aunque se mostró crítico con «la idea de citar tantas veces a los ciudadanos a las urnas en tan poco tiempo». «Lo que tenemos que hacer los responsables políticos es gobernar bien», añadió. También se refirió a la convocatoria el aspirante socialista a la Secretaria General del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. Según expuso en su cuenta de Twitter, «la derecha ha demostrado que es incapaz de gobernar».
Gestión tortuosa
Tras las elecciones autonómicas del 22 de mayo, el Foro Asturias obtuvo 16 disputados aunque no fue la fuerza más votada. Esa distinción correspondió al PSOE con 177.714 papeletas, 126 más que la fuerza regionalista de Cascos, pero por la distribución en circunscripciones de la comunidad se quedó en 15 escaños. El PP quedó lejos en el tercer lugar con 10 diputados e Izquierda Unida, cuatro. Esta correlación de fuerzas y la negativa de todos a pactar hizo imposible conformar un gobierno con mayoría. El hecho de que el de Asturias fuera el último ejecutivo en constituirse, lo hizo el 15 de julio, casi dos meses después de los comicios, da una idea de la complejidad de la situación. Cascos fue investido presidente con los únicos 16 votos de su grupo y la abstención de los 29 diputados de los demás grupos.
La gestión del Gobierno del Foro Asturias fue tortuosa desde el principio por la oposición del resto de los grupos a casi todas las iniciativas gubernamentales, y pese a que Cascos apoyó la investidura de Rajoy con su único diputado en el Congreso las relaciones con el PP no mejoraron. La designación como delegado del Gobierno en el Principado de su más enconado rival político, el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, fue una inyección de sal en la herida del histórico resentimiento de Cascos contra el partido de toda su vida, del que fue todopoderoso secretario general o «general secretario», según Aznar.
La erosión de su Gobierno se pudo apreciar en las elecciones generales, en las que el Foro Asturias pasó a ser la tercera fuerza de la comunidad con un único representante en el Congreso, muy lejos de los tres que obtuvieron populares y socialistas. Un retroceso que no fue entendido como tal por Cascos y los suyos que atribuyeron la merma de apoyos a que en las generales se vota en clave distinta que en las autonómicas.
Ahora, el presidente del Principado ha echado un órdago en toda regla al que fuera su partido porque es con el PP con el que se juega la primacía en el Principado. Los populares tienen una gran baza, el momento dulce que vive el partido, plasmado en las arrolladoras victorias en las elecciones autonómicas y generales.