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«Solo queremos abrazar a nuestros hijos y decirles que no los vendimos»

Declaran en los juzgados jerezanos las dos primeras familias afectadas por el caso de los bebés robados

Jerez Actualizado: Guardar
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Mañana de emociones es la que se ha vivido en los juzgados jerezanos que han acogido la declaración de las dos primeras familias afectadas por el caso de los bebés robados. El órgano de Instrucción número 1 ha sido el encargado de recepcionar los testimonios de Ana Barranco y Luisa Fernanda Terrazas, que acompañadas por sus maridos han revivido uno de los momentos más duros de su existencia, cuando les comunicaron que sus bebés habían fallecido. Como contó la primera de las mencionadas, su hija (que en la actualidad tendría 39 años) nació sin mayores complicaciones y a los pocos días los médicos le comunicaron su muerte. Cuando su marido pidió ver los restos, asegura que solo le mostraron una carita metida en una caja apenas identificable, y cuando se dispusieron a preparar el funeral ya se les habían adelantado.

«Cuando fuimos a enterrarla ya estaba metida en un coche; nosotros fuimos detrás y al llegar al cementerio la echaron en la fosa común y se acabó. Ni siquiera nos consultaron, cuando teníamos un seguro y podíamos haberlo hecho de otra manera». Sobre qué pudo ocurrir, Ana señala como presuntos responsables a los miembros del equipo que la atendió en el hospital, puesto que después de que le notificaron el fallecimiento se sucedieron una serie de «cosas extrañas». «Cuando pedí mi historial resulta que ponía que mi niña había nacido muerta; luego dijeron que si yo estaba seca, cuando he tenido tres hijos más. Y lo de que la metieran en una fosa común siempre nos pareció muy raro». Luisa Fernanda Terrazas, vicepresidenta de la asociación SOS Bebés Robados, también declaró ante el juez esta mañana y relató cómo perdió sus mellizos, que nacieron aparentemente sin mayores problemas.

«Cuando los tuve me dijeron que se los habían llevado a la incubadora; pedí darles el pecho y me lo vendaron. Estuvimos unos días viéndolos, hasta que de repente un día nos dijeron que había muerto la niña, y al poco tiempo el niño. De ella ni siquiera me dieron el historial y de mi hijo me dieron uno lleno de irregularidades. A mi marido le enseñaron unos restos en un congelados, de los que no se distinguían los rasgos». Ello despertó las sospechas de esta familia, que ahora confía en que el procedimiento siga adelante y no se archive, como ya ha ocurrido en muchos de los casos instruidos en los juzgados de Cádiz. «Esto es un rayito de luz para nosotros –reconoció–. Lo que queremos es que no prescriba y nos digan dónde están nuestros hijos; queremos abrazarlos y decirles que no los vendimos».

Martín de la Herrán, el letrado de SOS Bebés Robados, lamentó que se estén encontrando con numerosos «obstáculos» en el procedimiento y que la mayoría de casos cuyos protagonistas han declarado se hayan archivado, debido al tiempo transcurrido. Ante esto, explicó que uno de sus mayores retos consiste en conseguir que se elimine la prescripción de estos presuntos delitos, y que eso solo suceda cuando se halle a los desaparecidos, ya que incluso hay nichos que al abrirlos se ha descubierto que estaban vacíos. «Lo que queremos es que prosigan las diligencias y, por supuesto, resolver las dudas». Se calcula que en la provincia existen en torno a 300 familias afectadas, de las que 70 ya cuentan con expedientes abiertos en proceso de investigación.