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CICLISMO | DOPAJE

La cuenta atrás de Alberto Contador

Tras un nuevo retraso, el próximo lunes podría conocerse la decisión del TAS | La complejidad del caso, las filtraciones y el número de expertos consultados han alargado mucho todo el proceso

BENITO URRABURU
SAN LUIS (ARGENTINA)Actualizado:

Se esperaba que fuese cuestión de horas, pero al final no será al menos hasta el próximo lunes cuando se conocerá la resolución sobre el caso Alberto Contador por su positivo por 50 picogramos de clembuterol en el Tour de Francia de 2010.

El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) emitió este lunes un comunicado oficial en el que decía que «en el procedimiento de arbitraje que implica a la Unión Ciclista Internacional y la Agencia Mundial Antidopaje, por un lado, y el ciclista Alberto Contador y la Federación Española de ciclismo, por otro, el TAS dará a conocer el día 6 de febrero la fecha y la hora en la que comunicará la decisión que ha tomado sobre el caso». Hay varias cuestiones en todo este proceso que están muy claras, al menos desde el punto de vista legal, independientemente de las opiniones que se han vertido. La primera es que el TAS podría sancionar a Alberto Contador con dos años e inactividad.

El corredor está convencido de que le van a absolver, como ya sucedió con el Comité de Competición de la Federación Española de ciclismo, puesto que las prueba presentadas por su equipo de abogados son lo suficientemente sólidas como para que no haya ningún tipo duda. El caso ha soportado varias convulsiones, con la Agencia Mundial Antidopaje, o sus abogados, que filtraron, de forma interesada, algunos detalles del juicio con el fin de dañar la imagen de Contador, o de justificar un posible fallo en su contra. Una imagen que por cierto nadie ha conseguido derrumbar, al menos hasta el momento.

Hasta el propio TAS tuvo que salir al paso por medio de un comunicado para decir que no se podía filtrar nada de lo que se habló en el juicio. Uno de los nombres que estuvo en el centro de esas denuncias fue el Michael Ashenden, el padre del pasaporte biológico, al que no permitió el jurado del caso ser interrogado por la propia AMA. Lo más sorprendente es que antes del inicio del juicio, las dos partes, los abogados de Contador por un lado y los de la AMA y UCI, por otro, habían pactado que no interrogarían a sus testigos, sobre todo porque poco más podían aportar a lo que habían dicho por escrito.

Polémica con Ashenden

A Ashenden le hicieron preguntas los abogados de Contador y de la Federación Española, pero no los de la UCI y el AMA, que interrogaron sin ningún tipo de miramientos al experto presentado por Contador, Paul Scott. El jurado lo único que hizo es cumplir, cuando no permitió que Michael Ashenden fuese interrogado por el AMA y la UCI, lo pactado por las partes. Lo más llamativo es que Michael Asheden, que fue quien ideó el pasaporte biológico, conoce todos los datos de Contador de los últimos años y también que tiene, desde que comenzó en el ciclismo, un certificado que le extendió la UCI por tener una tasa de hematocrito elevada, hasta el 52%, algo que sabía desde hace ocho años.

La figura del presidente del tribunal, el israelí Efraim Barak, ha sido cuestionada por la visita que el equipo Saxo Bank realizó a Israel, donde estuvo concentrado diez días, buscando algún tipo de interés por parte de Contador en el viaje a ese país. También dijeron que Barak había visitado en dos ocasiones España por asuntos de trabajo.

Tampoco se puede obviar que las reglas en este caso juegan en contra del corredor. Según se recoge en el Código Mundial Antidopaje una sola molécula de clembuterol en el cuerpo de un deportistas es positivo. Además, el deportista es responsable de todo lo que genere su organismo y es él quien debe de demostrar la procedencia de cualquier producto que haya en su cuerpo.

Lo cierto es que desde que se celebró el juicio, por parte de Alberto Contador no ha habido ningún tipo de novedad, salvo la espera para conocer la decisión del tribunal, que continúa alargando su decisión, lo que pueden obligar al madrileño a no correr algún día en la Challange de Mallorca o arriesgarse a conocer la decisión final sobre su caso en plena carrera, lo que es un riesgo.

Con las nuevas fechas dadas por el TAS podría verse obligado a cambiar ligeramente sus planes deportivos, puesto que en Mallorca sólo iba a correr dos días, dedicando el resto del tiempo a entrenar. Las posibles sanciones que pueden caerle son otro asunto importante. La máxima sanción que podría aplicarle el tribunal son dos años. Con ese tiempo, perdería el Tour de 2010 y tendría que abonar una multa del 70% de su ficha, una cantidad que rondaría los tres millones de euros.

Si la sanción fuese de un año también perdería el Tour de 2010, pero no habría sanción económica. Obviamente, si no recibe sanción alguna podría continuar con su carrera con total normalidad, sin ningún tipo de parón. Es lo que ha buscado el equipo de abogados de Contador. La AMA y la UCI quieren la sanción máxima para que se sostenga una norma, la de la cantidad de clembuterol en el cuerpo de un deportista, que ha sido cuestionada desde varios puntos de vista.

Retraso injustificado

Hay muchas cuestiones en juego puesto que el retraso en el fallo del TAS podría dejar sin Tour 2012 a Alberto Contador, en función de la decisión que tomen. No termina de entenderse el retraso del TAS, que dependiendo de lo que decida y de la fecha a aplicar una posible sanción incidiría de lleno en el calendario del corredor.

Hay que recordar que el positivo fue el 21 de julio de 2010 y cuando se suspendió cautelarmente al corredor fue el 24 de agosto. En el hipotético caso de que le sancionasen un año y teniendo el cuenta el tiempo que estuvo parado después del Tour de 2010 y el inicio de la pasada temporada, se quedaría sin Tour 2010 y podría hacer el final de temporada desde mediados de agosto, corriendo la Vuelta a España.

Todo son especulaciones en un caso que no hace más que demorarse de forma continua sin que nadie dé una explicación sobre ese retraso, salvo el de la complejidad del proceso y las filtraciones que hubo y que no permitieron trabajar al tribunal con tranquilidad.