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Estados Unidos abre conversaciones en Catar con una delegación talibán
El mulá Omar envía a sus representantes a Doha para discutir con enviados de la Casa Blanca un plan de paz para Afganistán
LONDRES. Actualizado: GuardarConstruir la paz en Afganistán prima en la agenda de Estados Unidos y cualquier medio que sirva para conseguirlo es bien recibido. Como prueba de ello, una delegación de cinco talibanes llegaron ayer a Doha, la capital catarí, para participar en una ronda de contactos con representantes norteamericanos, según confirmaron fuentes de los propios insurgentes. Los elegidos para la negociación son el exministro de Exteriores del mulá Omar -uno de los mayores enemigos del Pentágono-, el jefe de los radicales islámicos en Washington, el exembajador de los yihadistas en Arabia Saudí y el antiguo tercer secretario de la Embajada talibán en Emiratos Árabes.
Paralelamente, David Cameron reiteró ayer el objetivo de retirar las tropas británicas de Afganistán en 2014 pero señaló que será un proceso gradual y en consonancia con el despliegue del Ejército de Kabul y de las fuerzas se seguridad locales. La decisión persigue evitar la situación de «borde del abismo» que provocaría la retirada simultánea de los 9.500 soldados de Reino Unido que están desplegados en el país. El primer ministro recibió al presidente afgano, Hamid Karzai, en Chequers, la residencia oficial de los jefes británicos de Gobierno durante el fin de semana. Ambos renovaron un pacto de entendimiento ya firmado en 2005, en el que se comprometen a mantener la colaboración más allá de 2014. Karzai fue elocuente en su agradecimiento a Reino Unido.
«Quisiera expresar a la población británica la gratitud del pueblo afgano por todo lo que Reino Unido ha ofrecido a Afganistán, por haber estado dispuesto al sacrificio y a compartir con nosotros el dinero ganado con esfuerzo por los contribuyentes», dijo Karzai, que expresó su «aprecio» a un «amigo firme».
Cameron habló del avance en la reducción de la violencia en Afganistán, sobre todo en la conflictiva región de Helmand. El primer ministro ofreció además un panorama para los próximos meses en el que se combina el creciente despliegue de la Policía y del Ejército afganos, que avanzaría «según los planes».