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Nicolas Sarkozy da la bienvenida al presidente afgano, Hamid Karzai, a las puertas del palacio del Elíseo. :: ERIC FEFERBERG / AFP
MUNDO

Francia adelanta un año su salida de Afganistán

Sarkozy anuncia la retirada de todas sus unidades de combate a finales de 2013 y no en 2014 como había previsto la OTAN

FERNANDO ITURRIBARRÍA CORRESPONSAL
PARÍS.Actualizado:

La presión de la opinión pública, los intereses electorales y los ataques talibanes han podido con los compromisos adquiridos con los aliados. Nicolas Sarkozy anunció ayer una retirada anticipada de las unidades de combate francesas en Afganistán a finales de 2013, un año antes que los planes de la OTAN. En 2014 solo quedará una presencia residual de tropas galas en tareas de formación contempladas en un tratado bilateral firmado ayer en París con el presidente afgano, Hamid Karzai,

Programada desde hace tiempo, la reunión entre Sarkozy y Karzai en el palacio del Elíseo vio su contenido transformado por la muerte de cuatro instructores franceses una semana antes, ametrallados por un soldado afgano renegado. El presidente galo confirmó que el autor de los disparos, que abrió fuego contra blancos desarmados cuando hacían 'footing' en su base, era un talibán infiltrado. Su homólogo se comprometió a revisar al alza los controles en las condiciones de reclutamiento del Ejército.

A la postre el cuadrúple asesinato ha colmado la paciencia de Sarkozy, deseoso de que el Ejército afgano sea capaz de garantizar la seguridad de su país lo antes posible. En esta dinámica de desvinculación se entiende el acuerdo alcanzado entre los dos mandatarios para una transferencia el próximo marzo a las autoridades de Kabul de los poderes militares y policiales ejercidos por Francia en la provincia de Kapisa, donde se encuentra estacionado el grueso del contingente galo.

Este traspaso pactado de responsabilidades permitirá repatriar este mismo año un millar de soldados franceses, frente a los 600 previstos inicialmente. La transición y el repliegue militar proseguirá paulatinamente hasta que a finales de 2013 ya no queden fuerzas combatientes. En total, 3.600 que permanecen destacados en Afganistán.

La aceleración en el calendario francés representa un giro en la estrategia de Sarkozy, partidario hasta la fecha de una retirada progresiva acompasada al repliegue de Estados Unidos. «No tenemos derecho a marcharnos dejando el caos» declaraba en agosto un estadista que denunciaba entonces a «quienes llaman a una salida inmediata como otros hablaban de capitulación inmediata». Pero ahora, a tres meses de las presidenciales, el socialista François Hollande arrasa en los sondeos de intención de voto con un programa electoral que incluye el regreso total de Afganistán antes de fin de año.

Explicación a la OTAN

El cambio de planes también exige a París una explicación a sus aliados de la OTAN, en especial a Estados Unidos. Encuadrados en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), los 3.600 efectivos franceses patrullan sobre todo en Kapisa, una montañosa provincia al norte de Kabul. Se trata de una plaza esencial en el dispositivo occidental pues protege el flanco este en los accesos a la capital afgana.

Sarkozy declaró que iba a pedir a la OTAN una reflexión sobre «una total asunción de sus misiones de combate por el Ejército afgano en el curso del año 2013». Tanto la Alianza Atlántica como la Casa Blanca le habían invitado en los últimos días a respetar el calendario fijado en noviembre de 2010 por el tratado de Lisboa, que prevé una retirada escalonada de las tropas internacionales hasta finales de 2014.

«No somos una fuerza de ocupación, no tenemos la vocación de quedarnos en un país de 31 millones de habitantes», argumentó el anfitrión en presencia de Karzai. A partir de 2013 Francia se limitará a mantener unos pocos cientos de asesores para llevar a cabo operaciones de formación del Ejército afgano. Obtenidas de su interlocutor las garantías de seguridad exigidas, el presidente francés anunció la reanudación desde hoy mismo de todas las misiones de instrucción que habían quedado suspendidas a raíz del cuadrúple asesinato perpetrado la semana pasada en el país asiático.

El ametrallamiento, en el que se produjeron quince heridos, ocho de ellos graves, eleva a 82 los caídos en el contingente francés desde el inicio de la intervención en 2001. De ellos, 26 murieron el año pasado, el más mortífero en una espiral de bajas que Sarkozy, jefe de los Ejércitos, pretende atajar en vísperas electorales.