ESPAÑA

Una fiesta Erasmus en La Coruña termina con tres desaparecidos y un policía ahogado

Tres agentes se lanzaron al mar para rescatar a un estudiante eslovaco que había sido engullido por el fuerte oleaje

LA CORUÑA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pasaban las cinco de la madrugada cuando la Comisaría de La Coruña era alertada de la desaparición de un joven en la playa de Orzán. Dos policías que patrullaban de paisano por la zona fueron los primeros en lanzarse al agua. Un tercer agente acudió al rescate de sus compañeros que también habían sido engullidos por el fuerte oleaje. Ninguno logró regresar a tierra.

Ayer, tras más de 15 de horas de búsqueda, solo se recuperó el cadáver de uno de los policías, el del coruñés Javier López López, de 38 años. La agitación del mar y la oscuridad, en una fría noche, dificultaron las tareas de rescate de los que ya se daban por ahogados debido a la baja temperatura del agua. Compañeros del joven desaparecido fueron interrogados por la Policía con el fin de conocer cómo se desencadenaron los hechos.

La tragedia se produjo cuando un grupo de jóvenes se había trasladado hasta la playa de Orzán, tras haber acudido a un encuentro con otros Erasmus. «Habían venido convocados desde la Universidad de Coímbra (Portugal), Vigo y La Coruña para pasar una noche de fiesta», explicó el Secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa. A pesar de que en todo el litoral se había activado la alarma naranja por el oleaje, uno de los chicos, Tomas Velicky, fue arrastrado por un golpe de mar cuando se encontraba en la orilla con la intención de «mojarse los pies», relató un amigo.

Junto a Velicky se encontraban más estudiantes, que fueron quienes alertaron a la Policía. En ese momento, otro joven, español de 26 años, regresaba a casa y al escuchar los gritos se acercó a la playa para colaborar con los agentes que trataban de salvar al estudiante eslovaco haciendo una cadena humana con una cuerda hasta donde habían avistado un cuerpo, instante en el que una gran ola les sorprendió y acabó por llevarse a dos policías, uno de los cuales se les escapó de la mano al joven, sacado posteriormente del agua con síntomas de hipotermia. El tercer uniformado, perteneciente a una patrulla, acudió al auxilio de sus compañeros pero también terminó arrastrado.

Ya con las luces del día, tres helicópteros, varias lanchas de Salvamento Marítimo y un centenar de personas rastreaban la costa en busca de los desaparecidos, el cuerpo del policía nacional Javier López López era localizado a las nueve de la mañana en unas rocas de la boca de la ensenada de Orzán, cerca del Obelisco del Milenio, hasta donde llegó arrastrado por las corrientes.

Las especiales condiciones de la playa de Orzán, lindante con la de Riazor, hacen que en días de fuerte oleaje resulte peligroso bañarse allí. La ensenada que se forma en el tómbolo sobre el que se asienta la ciudad de La Coruña, y en cuyo fondo están las playas urbanas de Riazor y Orzán, está sometida a los embates del mar cuando el viento sopla desde esa dirección. El continuo batir de las olas sobre la playa ha ido formando un empinado cantil muy cerca de la orilla, que facilita la retirada de las olas una vez que han roto sobre el arenal y conlleva un arrastre de arena que obliga cada año a recuperar la playa a golpe de camiones de arena. Ello provoca una fuerte resaca que sorprende a quienes no conocen bien el comportamiento del mar en la zona, al resultarles casi imposible avanzar hacia la orilla, y son desplazados hacia mar adentro. Si, además, la temperatura del agua es de entre 10 y 12 grados como en este caso, la lucha por alcanzar la orilla suele ganarla la hipotermia en pocos minutos. Los más expertos saben que lo prudente es dejarse arrastrar y aprovechar la corriente para llegar a tierra por uno de los extremos de la playa.

«Desconocía las condiciones»

«Se metió en el agua accidentalmente. Desconocía las condiciones del mar y acabó en tragedia», aseguró Ulloa. El joven Tomas Velicky, eslovaco y de 23 años, estudiaba Económicas y le quedaban quince días para marcharse de la ciudad, donde había llegado en septiembre. Los otros dos desaparecidos son los agentes de policía Rodrigo Maseda Lozano, de 35 años y natural de Burela (Lugo), y José Antonio Villamor Vázquez, de 34, y nacido en Friol (Lugo).

Al lugar del siniestro se desplazaron, a lo largo de la mañana de ayer, los ministros del Interior, Jorge Fernández Díaz, y Fomento, Ana Pastor, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, el alcalde de la ciudad, Carlos Negreira, el jefe superior de la Policía de Galicia, Luis García Mañá, y familiares y compañeros de los agentes desaparecidos, entre los que se dieron escenas de dolor y desesperación.

El ministro del Interior manifestó que, pese «al dolor» de la tragedia, actos «heroicos» como el de estos tres agentes «le llenan de orgullo». Además, Fernández explicó que había recibido la llamada del embajador de Eslovaquia en España, quien le agradeció el «acto heroico» de la Policía española para «salvar a uno de sus compatriota».