El Gobierno podría sancionar a Spanair con hasta 9 millones
La compañía ha cometido dos infracciones "muy graves" de seguridad aérea y perderá la licencia para operar
MADRID Actualizado: GuardarEl Gobierno podría llegar a sancionar a Spanair con hasta 9 millones de euros por dos infracciones "muy graves" de seguridad aérea, proceso que notificará a la aerolínea "a lo largo del día", según ha anunciado la ministra de Fomento, Ana Pastor. En rueda de prensa junto al secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Rafael Catalá, ha concretado que cada infracción considerada "muy grave" conllevaría sanciones de 4,5 millones de euros y la retirada de licencia para operar, tras el cese de operaciones de la aerolínea
Las infracciones, contempladas en la ley de seguridad aérea, se corresponden con las obligaciones de continuar con los servicios de vuelos unido a que los "daños" causados sean superiores a 15.000 euros y las obligaciones de respetar los derechos de los pasajeros. Estas sanciones irán contra la compañía aérea y sus gestores y administradores. La ministra además ha informado de que Spanair tenía programados un total de 647 vuelos entre este sábado y el próximo lunes. En concreto, 158 vuelos hoy, 222 mañana y 267 el lunes. Pastor ha subrayado que alrededor de 340 viajeros se han visto afectados fuera de España. En Gambia se encuentran 173 pasajeros y en Mali, 170. También habría afectados en Nador (Marruecos), si bien la ministra no ha cuantificado el número de afectados.
La titular de Fomento ha garantizado que el Ministerio está facilitando información "directa" a los pasajeros y está trabajando en reubicarlos en vuelos de otras aerolíneas. En este sentido, ha asegurado que las tarifas "especiales" de los billetes de estos nuevos vuelos oscilan entre los 60 y los 100 euros, dependiendo del trayecto, al tiempo que ha lamentado que serán los afectados quienes deban pagar los billetes. "Desgraciadamente", ha apuntado. "El Gobierno no cejará hasta que se asuman responsabilidades de quienes pisotean derechos de pasajeros", ha sentenciado a continuación. Pastor ha subrayadoque se están constituyendo comités de coordinación en todos los aeropuertos, con especial "intensidad" en el Barcelona-El Prat y Madrid-Barajas. Y ha puesto el énfasis en la colaboración para reubicar los vuelos programados de Spanair en compañías como Iberia, Vueling y Air Nostrum. En todo caso, Pastor ha exculpado a la Generalitat de cualquier culpa sobre el destino final de la compañía.
Sueño truncado
Con el cese de Spanair termina el sueño de las administraciones catalanas, empeñadas en contar con una aerolínea de 'bandera' que liderara la operación en un aeropuerto, el de El Prat, al que siempre quisieron convertir en un gran 'hub' internacional. A última hora del viernes, cuando el consejo de administración de la aerolínea llevaba ya más de cuatro horas de tensa reunión, era el Gobierno central el que adelantaba el cese de operaciones. La primera cancelación en El Prat fue la de un vuelo entre Barcelona y Valencia programado a las 23.30 horas del viernes. El cese total de actividad llegaría a las dos de la madrugada del sábado. Desde la media tarde del viernes, los aviones de Spanair que aterrizaban en Barcelona eran apartados a sus hangares y precintados. Una medida de seguridad necesaria, pues en otros sucesos similares no han sido pocos los robos de piezas y de costosísimos componentes de las aeronaves, que se 'esfumaban' en pocas horas.
En plena crisis económica y mientras Cataluña sufre un aluvión de recortes en servicios básicos, ya no hay 'excusa' para seguir aportando fondos públicos a un agujero negro. Al tiempo, Spanair pedía ayuda a otras muchas aerolíneas españolas y extranjeras, sobre todo a aquellas con mayor presencia en Barcelona, para intentar realojar a la mayor cantidad posible de pasajeros.
Evitar el caos
Para evitar el caos, los responsables de Aviación Civil y de la Agencia Española de Seguridad Aérea se trasladaban a la capital catalana para coordinar el operativo en primera línea. El Ministerio de Fomento ha constituido un comité de seguimiento y ha abierto una página web para atender a los posibles damnificados.
El 'site' de Spanair quedó en blanco a eso de las ocho de la tarde, y en su lugar tan sólo aparece un teléfono de contacto, el 900 13 14 15. El departamento de Ana Pastor ha recordado que la aerolínea tiene la obligación de "atender a los usuarios que puedan verse perjudicados y, en concreto, de garantizar su asistencia, el reembolso del billete o un transporte alternativo, la suficiente información y, en su caso, la pertinente compensación". Y es que no quedaba margen. Sobre todo, después de que la Generalitat (propietaria de un 24% de la aerolínea) decidiera no aportar más dinero a una firma que se hundía en un mar de deudas desde hacía meses, y de que el pretendido caballero blanco venido de Oriente, Qatar Airways, optara por no sumarse a la aventura de Spanair bajo la condición de socio industrial.
Los qataríes, temerosos de que la Comisión Europea indagara y castigara el apoyo público de los últimos años a la compañía presidida por Ferran Soriano, estimado en 150 millones de euros, pedían unas garantías que han sido imposibles de ofrecer. La posibilidad de que la ayuda árabe llegara a tiempo evitó en diciembre un cierre que, finalmente, ha sido irremediable. Las negociaciones con Qatar Airways se prolongaron durante meses, pero nadie podía garantizar que al cabo de unos meses el comisario de Competencia o el de Mercado Interior llamaran a la puerta preguntando por la continua inyección de dinero público recibida desde 2009, cuando SAS (el anterior propietario) vendió la compañía. El cese de las operaciones deja en el alero a más de 3.000 empleos, los de aquellas personas que trabajan de forma directa para Spanair y los de los empleados de Newco, la compañía especializada en 'handling' (gestión y traslado de maletas) que tiene en la empresa catalana a su mayor y casi único cliente y que, para colmo de males, está desde hace pocos meses en concurso de acreedores.