Hallan hachís en el doble fondo de una lancha durante un control marítimo

Al igual que se hace en la carretera, también la Guardia Civil ha comenzado a realizar controles de tráfico en el mar, o al menos, en la entrada de los muelles, como una de las nuevas estrategias en la lucha contra la droga que se lleva a cabo en el litoral gaditano.

En uno de estos controles, montado en el puerto deportivo de Chipiona la pasada noche del miércoles, agentes del servicio marítimo de la Guardia Civil hallaron un cargamento de 600 kilos de hachís que era transportado en una lancha de recreo que intentaba entrar en el muelle. Los agentes, al sospechar de ella, la interceptaron y los perros de la unidad canina del cuerpo confirmaron que en su interior portaba la sustancia estupefaciente. La droga iba escondida el doble fondo del casco, cargada en pequeños paquetes envueltos en plástico para evitar que les afectara la humedad y el agua.

Camufladas

Esta manera de transportar la droga desde Marruecos, habitual en los últimos años en muelles del Campo de Gibraltar, está siendo cada vez más utilizada por parte de las organizaciones narcotraficantes de la Costa Noroeste, con el objetivo de eludir las cámaras del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE). En 2010, este sistema se extendió con al menos dos estaciones fijas a la desembocadura del río Guadalquivir, convertida en la última década en la autovía del narcotráfico.

Las mafias suelen usar para este transporte encubierto lanchas de recreo fabricadas en fibra de vidrio como la interceptada el miércoles, así como buques pesqueros, con los que intentan camuflar con su actividad legal los alijos de hachís.

Una vez en los muelles, la droga suele descargada sin levantar sospechas. Para evitarlo, el instituto armado lleva a cabo esta especie de controles de tráfico, además de redadas periódicas en los muelles, apoyados con las unidades caninas.