La plantilla de Polanco, dispuesta a endurecer sus protestas para cobrar
El retraso en el pago de sus salarios llevó ayer a la huelga a los empleados de la firma, que sigue a la espera de la resolución del proceso concursal
Actualizado:La plantilla de trabajadores de Maderas Polanco inició ayer una huelga para reclamar el pago de sus salarios, y la comenzó con una manifestación por los alrededores de la fábrica de Pelagatos. Esta acción de protesta provocó problemas en el tráfico rodado en las inmediaciones de la rotonda de la autovía A-48 durante unos minutos, pero no se registraron mayores incidentes. Según explicaron fuentes de los sindicatos UGT y CC OO, la medida se adopta «para reclamar el cobro de las nóminas pendientes» de gran parte de los 292 empleados que tiene la empresa (250 en Chiclana).
Según explicaron fuentes sindicales, aunque en principio la movilización estaba prevista en forma de concentración a las puertas de las instalaciones de Polanco, los empleados decidieron recorrer la vía de acceso a la fábrica hasta los accesos a la autovía. Como ya se anunció el jueves, en las próximas semanas se repetirán los paros de dos horas todos los viernes hasta el 17 de febrero.
Tanto el comité como los sindicatos recuerdan que la empresa adeuda en estos momentos entre dos y tres nóminas a los empleados, que en gran parte se han reincorporado a su puesto tras la finalización de uno de los expedientes temporales de regulación en los que estaban incluidos.
La reivindicación del abono de las nóminas pendientes se completa con otras demandas que plantean los sindicatos, y que pasan por la exigencia de ocupación efectiva para la plantilla, la actualización de los salarios de 2012 y 2011 así como el cumplimiento de las mínimas condiciones de seguridad y salud laboral para la plantilla.
La empresa maderera chiclanera, que llegó a facturar hace cuatro años más de 80 millones de euros, se encuentra inmersa en un proceso concursal y planteó hace unos meses un expediente de extinción de empleo para sus empleados, debido a la radical bajada de ingresos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
La plantilla culpa directamente de «mala gestión» a los propietarios de la firma, y sobre todo responsabilizan al fundador, el empresario chiclanero Juan Polanco, de su destino. Por su parte, desde la dirección de la firma maderera se insiste en que a esta situación límite desde el punto de vista empresarial se llega por la asfixia económica a la que se ha visto sometida la empresa en los últimos años, cuya solvencia para pagar a proveedores y empleados estaba claramente amenazada.
«Ojalá viniese un inversor o hubiera dinero para pagar, pero no es así», explican fuentes de Polanco; la situación parece tener una salida complicada lejos de la extinción de empleos y el cese definitivo de la actividad de la fábrica. Maderas Polanco es una de las empresas señeras de la localidad, fundada por un carpintero local en los años 70. La empresa basó su modelo de negocio en la fabricación y venta de madera para construcción.