vuelta de hoja

La mínima diferencia

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Un jurado dividido ha absuelto al señor Camps, el mismo que viste y calza, de sus reiteradas acusaciones de cohecho. Se ha librado de la responsabilidad penal por cinco votos a cuatro, lo que quiere decir que el balón de la Justicia ha dado en el poste de la balanza. Si el azar hubiese afinado su dudosa puntería, el resultado sería otro, pero el zarandeo político ganó por cinco a cuatro. ¿Cómo los nueve hombres justos fueron tan contradictorios? Cuatro de ellos estaban convencidos de que era culpable y cinco estaban persuadidos de su inocencia, pero todos habían estudiado el mismo código penal, quizá en diferentes libros. La balanza de la Justicia necesita un engrase urgente, ya que hace años que chirría y además le mancha las manos de óxido a los encargados del pesaje. Buena tarea tiene por delante Alberto Ruiz Gallardón para darle un vuelco que la sitúe en su fiel. Yo, que fui amigo eventual de su padre, le deseo que tenga más suerte que la que mereció siempre en saber, ya que no en gobierno, su progenitor.

No dudo de que sean necesarias once reformas, pero me parecen muchas. Nos conformaríamos con la mitad, a condición de que fuesen efectivas. ¿Por qué enumerar todas las que proponen? No cabrían en un artículo de periódico todos los artículos de la nueva ley. Lo que me preocupa a mí, como reo de la injusta interpretación de nuestras leyes, es la diversidad de criterios. ¿Cómo cinco colegas pueden estar en desacuerdo de cuatro? Todos son excelentísimos, pero ya sabemos que eso es más fácil que ser excelentes. No hay que tenerle miedo a nuestra conciencia, sino a la conciencia de los jueces, que remuerde de distinta manera después de pegar bocados.

Enmanuel Kant dijo que solo le asombraban dos cosas: la voz de la conciencia y la contemplación de la noche callada y constelada. Lo mismo puede decir el árbitro del Barcelona-Madrid. Han pasado la eliminatoria tanto Camps como Guardiola, por la mínima diferencia. Habría que desalojar la sala, para evitar el escándalo, pero no el estadio. Eso nunca.