La absolución de Camps siembra la incertidumbre en el PP sobre su futuro
Rajoy afirma que tiene un sitio en el partido, pero los populares valencianos recomiendan que se tome un descanso
MADRID. Actualizado: GuardarLa absolución de Francisco Camps en el 'caso de los trajes' de la trama Gürtel sembró la incertidumbre en el PP sobre el futuro político del expresidente autonómico. Mariano Rajoy y la dirección nacional del partido afirman, aunque con la boca pequeña, que tiene un sitio donde quiera. Los dirigentes del PP valenciano, en cambio, temen que el desembarco de Camps genere un terremoto en la organización autonómica y recomendaron al exgobernante que se tome un tiempo de descanso y reflexión.
La decisión del jurado de declarar no culpable de un cohecho pasivo impropio al expresidente y al ex secretario general del PP valenciano Ricardo Costa pilló por sorpresa a la mayoría de los dirigentes del partido que, sobre todo en la calle Génova de Madrid, esperaban un fallo condenatorio, según confesaron fuentes populares. Pero superado el primer momento de desconcierto se abrió el de la incertidumbre. «¿Qué va a hacer Camps?», era la pregunta que corría de boca en boca de los dirigentes del PP ya fuera en Madrid o en Valencia. El interesado, por ahora, no ha dado la menor pista sobre cuáles son sus intenciones.
Rajoy, desde Berlín, tampoco contribuyó a despejar las dudas ya que tiró de manual para comentar el fallo absolutorio. «Siempre voy a acatar las decisiones de los tribunales; unas gustan más y otras menos, pero esa siempre ha sido mi tónica», comentó tras reunirse con la canciller Angela Merkel. Dijo que se sentía «contento» por la decisión del jurado e informó que nada más conocer el veredicto llamó a Camps para trasladarle su satisfacción porque ha atravesado «una etapa muy dura». Para hablar sobre el porvenir político del exgobernante valenciano se refugió en su clásico «ya veremos qué ocurre en el futuro», aunque recordó que «es diputado en el Parlamento valenciano y cuenta en nuestro partido como cualquier otro dirigente; en este caso, uno muy importante».
La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, tampoco se salió del guion de lo políticamente correcto y afirmó que el expresidente valenciano «siempre va a tener reservado un sitio» en la vida política aunque «hará lo que quiera». El PP, agregó, «siempre ha tenido claro que Camps es uno de los nuestros y como tal se le ha tratado». Otros miembros de la dirección nacional del partido no entraron en disquisiciones sobre los planes de su correligionario y prefirieron mostrar su satisfacción por el fallo al tiempo que pasaron varias facturas a los socialistas por montar «juicios paralelos».
Reunión
Camps, entretanto, tampoco enseñó sus cartas aunque empezó a moverse. El mismo miércoles por la noche, una vez absuelto, se reunió en su domicilio con la alcaldesa Rita Barberá, el presidente de la Diputación valenciana, Alfonso Rus, y el portavoz en las Cortes autonómicas, Rafael Blasco, sus más fieles valedores. Señaló que tras estos «tres larguísimos años y un juicio también muy largo» ahora quería agradecer el apoyo recibido por sus compañeros de partido y recordó que ya había recibido la felicitación personal de Rajoy y Cospedal. Ayer asistió a la reunión del Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana, un órgano asesor de la Generalitat y del que es miembro en su condición de expresidente autonómico con voz, pero sin voto, pero tampoco desveló nada.
Barberá compartió con su compañero de partido que este es el momento de «los abrazos» después de una etapa muy difícil y no de hablar del futuro. Pero deslizó un comentario ilustrativo: «El agua de los ríos nunca vuelve atrás, puede regar nuevos campos, pero no vuelve atrás». Una forma de decir que Camps no aspira a recuperar su cargo al frente de la Generalitat aunque piensa en asumir otras responsabilidades políticas. El Senado como representante autonómico, el Parlamento europeo o una embajada son algunas de las salidas que manejan tanto en la dirección nacional como en el PP valenciano. En todo caso, lejos de la Comunidad Valenciana, donde Rajoy quiere rehacer el partido con Alberto Fabra a la cabeza y con dirigentes sin implicaciones en casos de corrupción. Francisco Camps, que controla el PP en la comunidad sin nadie que le haga sombra, no puede, a juicio de la dirección del partido, dedicarse a fiscalizar y supervisar al Gobierno de Fabra.
Esta opinión es compartida por los populares valencianos que recomendaron al expresidente que se tome un respiro. Rita Barberá le aconsejó que se dedique «a descansar», y Alberto Fabra apuntó que su antecesor «merece un periodo de descanso» porque «ha sufrido mucho». Ninguno, sin embargo, negó a Camps el derecho a «rehabilitarse» en la vida política después de todo lo que ha pasado.