Economia

La UE advierte de que el segundo rescate a Grecia costará más dinero

Crece la presión para que el Banco Central Europeo se sume a los acreedores privados y acepte descuentos en los bonos helenos

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El comisario de Economía, Olli Rehn, admitió ayer que el segundo rescate de Grecia «probablemente» será más elevado de lo esperado. El nuevo salvavidas, que ya ha empezado a negociarse con el Gobierno de Atenas, costará 130.000 millones, una cifra que ahora parece quedarse corta.

El problema radica en que la recesión helena se ha agravado en los últimos meses y, por lo tanto, los cálculos no cuadran. Ante esta situación y la falta de acuerdo con los inversores privados para materializar la quita sobre la deuda helena, crece la presión para que el BCE también acepte descuentos en los miles de bonos comprados para ayudar al país.

Rehn explicó que la revisión del segundo rescate se llevará a cabo cuando cristalicen las conversaciones entre Atenas y sus acreedores. «Estamos bastante cerca de un acuerdo. Espero que pueda cerrarse en los próximos días», pronosticó. Ayer, estaba previsto que el primer ministro griego, Lucas Papademos, volviera a reunirse con los responsables del Instituto Internacional de Finanzas, la asociación del sector bancario que representa a los inversores. Como ha sucedido en las últimas semanas, el principal punto de fricción es el tipo de interés que pagará Atenas en los nuevos bonos que emitirá con descuentos en sustitución de los actuales.

El Gobierno griego, presionado por los países del euro, intenta que los inversores acepten una quita muy por encima del 50% pactado inicialmente para compensar el empeoramiento de la crisis. Pese a que los acreedores parecen dispuestos a asumir las pérdidas, las piezas no terminan de encajar para que la deuda del país -asciende al 160% del PIB- pueda ser viable. Por ello, Rehn advirtió de que es «probable que se necesite una mayor aportación pública», aunque rechazó que pueda tratarse de un incremento «dramático». Según distintos cálculos, podrían requerirse entre 12.000 y 15.000 millones, justo la cantidad que podría ceder el BCE si acepta recortes en sus 45.000 millones en bonos.

Con las dificultades de Grecia tan a la vista, la crisis del euro volvió a ocupar un lugar estelar en el Foro de Davos. Ayer, fue el turno del primer ministro británico, David Cameron, que llamó a los miembros de la moneda única a actuar con «audacia». Aunque insistió en que su país no tiene intención de dejar la UE, el líder 'tory' evidenció sus diferencias con Francia y Alemania. Convencido de que la tasa a las transacciones financieras es una «locura», aseguró que esta iniciativa defendida por Nicolas Sarkozy y Angela Merkel destruiría medio millón de empleos en toda Europa.

El líder británico, que asistió a la puesta de largo en la ciudad suiza de los Juegos Olímpicos de Londres, sí coincidió con el eje franco-alemán en la necesidad de negociar un tratado de libre comercio con Estados Unidos. David Cameron, además, reclamó ser todavía «más ambiciosos» y cerrar este año acuerdos para la eliminar las barreras aduaneras con India, Canadá y Singapur., nuevos mercados pujantes. Según sus cálculos, un pacto con este tres países incrementaría en 90.000 millones el PIB de la UE.