El Barrio, por Moraíto
Actualizado: GuardarMuy pocos artistas pueden presumir de agotar las entradas en casi todos sus conciertos. Ya sea en Barcelona, Madrid o Jerez, El Barrio, o lo que es lo mismo, José Luis Figuereo Franco, es uno de esos privilegiados. Este sábado volverá a demostrar en el Palacio de los Deportes de Chapín que los ‘barrieros’ son toda una legión entregada a la música.
«Cada vez me reconocen más aunque vaya sin el sombrero», bromea el gaditano, al que también llaman Selu, «aunque si lo llevo es que ya no tienen ninguna duda», ríe. El éxito no le ha cambiado porque, ante todo, tiene muy claro que su vida personal debe estar alejada de los focos. «Un albañil sale del trabajo el viernes y ya hasta el lunes», pone como ejemplo de la separación de su vida profesional y personal. «Soy muy bohemio y libre y si coaccionan mi libertad, ya no me merece la pena el esfuerzo», dijo convencido. Por fortuna, «de momento se respeta mi intimidad», asegura con orgullo.
El concierto que presenta este sábado en Jerez forma parte de su gira bautizada con el mismo nombre que su último disco, ‘Espejos’, y que ya le ha llevado a las importantes plazas de Madrid, Barcelona y Córdoba. Eso para empezar: tras su visita a Jerez aún le quedarán por delante Sevilla, Málaga, Bilbao, Pamplona, Palma de Mallorca, Santander, Valencia y un largo etcétera de ciudades llenas de ‘barrieros’ que irá recorriendo en los próximos meses.
Pero la cita de Jerez es especial y no solo porque sea el lugar más cercano a su Cádiz natal en el que va a actuar en esta gira. «Voy a dedicarle el concierto íntegro a mi amigo ya desaparecido Moraíto Chico», anunció dejando de lado por un momento la sonrisa. «Tengo muchas ganas de reencontrarme con mis fans y mis buenos amigos de Jerez. Es un honor actuar en una tierra tan flamenca», aseguró.
Pegado a la realidad
No obstante, a pesar de sus muchos logros musicales, la actual crisis pasa factura a todos. «Si antes íbamos a Barcelona, a Reus, a Tarragona... ahora solo damos concierto en Barcelona», asegura. Es consciente de que «tal y como está el país, si no hay dinero para comer, no habrá para ir a un concierto». Los tiempos también han cambiado, y mucho, para la música: «Cuando alguien tenía éxito con su disco sabía que iba a tener un buen verano pero ahora no es así», asegura José Luis. Lo que queda, por tanto, es «mucha carretera porque los artistas comemos de los directos».
Con la experiencia de una década ya a sus espaldas, José Luis Figuereo sigue poniéndose nervioso al subir al escenario cada noche: «Es algo que va con la profesión. El que no se ponga nervioso es que tiene la sangre de horchata», sentencia. Cree, además, que es un estado positivo para el artista porque «el cuerpo se pone en alerta». El concierto de Jerez, como es habitual en El Barrio, «será un grandísimo espectáculo de luminotecnia, de sonido e imágenes, que no quepa duda», dice sin querer desvelar más detalles porque «es una sorpresa».
Estar frente al público, cantar y expresar lo que lleva dentro, lo que siente, es lo que más disfruta José Luis de su profesión. El de la composición es otro de los grandes momentos: «Para componer canciones me motiva el momento, la inspiración, que el cielo de ese día esté gris... Son una serie de condiciones que hacen que lleguen las musas», asegura. Eso sí, hay veces que hacen novillos «y no aparecen en seis meses». Gajes del oficio.