Pacto de rentas
El acuerdo salarial y de negociación colectiva entre empresarios y sindicatosno es suficiente para reformar nuestro mercado de trabajo
Actualizado: GuardarLos acuerdos alcanzados por la CEOE y Cepyme con las centrales sindicales CC OO y UGT sobre moderación salarial y negociación colectiva atenúan el fracaso del diálogo social en cuanto a la reforma del mercado de trabajo y constituyen una respuesta oportuna a las previsiones de una recesión duradera para España. Patronal y sindicatos han sabido hallar un punto de encuentro respecto a sus planteamientos iniciales, de modo que las remuneraciones laborales no quedan congeladas pero tampoco se incrementan en el mismo porcentaje en el que pueda subir el IPC. La fórmula de actualización salarial parte de un aumento del 0,5% para este año y del 0,6% para los dos posteriores, contemplando la posibilidad de una corrección al alza en el improbable caso de que la inflación se sitúe por encima del 2% previsto y en el también improbable escenario de un crecimiento de la economía superior al 1% el 2014. Así, la moderación salarial pactada puede incorporarse como dato relevante al cuadro macroeconómico con el que el Gobierno deberá redactar su proyecto presupuestario. El pacto salarial parece equilibrado. Porque evita que las retribuciones laborales lastren en exceso el poder adquisitivo de los trabajadores y logra minimizar los efectos que un incremento más acusado pudiera tener sobre la inflación. Más difícil será que las autoridades de la Unión y los mercados valoren de verdad esta aproximación a un 'pacto de rentas' como factor de estabilidad de la economía española precisamente en una semana de tan nefastos augurios. En cualquier caso es obligado destacar el esfuerzo que las organizaciones empresariales y las centrales sindicales han realizado para avanzar en el diseño de la futura negociación colectiva. Se trata de un gesto coherente con su reclamación de que cualquier cambio legislativo al respecto debe basarse en la previa sintonía entre patronal y sindicatos. Del mismo modo que al suscribir una solución híbrida entre la preeminencia de los convenios sectoriales y provinciales y su flexibilización a nivel de empresa ambas partes tratan de sortear la insistencia del presidente Rajoy en este último aspecto para, de paso, salvaguardar sus respectivos intereses orgánicos. Pero aunque los sindicatos vean ya innecesaria la reforma laboral lo acordado no es suficiente para adecuar nuestro mercado de trabajo a las exigencias de la productividad en una economía abierta.