Aún no hay ningún plan cerrado para acabar con el mal olor de la calle Real

Fue una queja permanente de comerciantes y vecinos de la calle Real. Según la zona el mal olor que salían de las arquetas era más intenso o menos pero afectaba de forma principal al tramo que iba desde la Capitanía General hasta la plaza del Rey. La Junta y el Ayuntamiento realizaron sendos informes con resultados muy diferentes sobre la causa y decidieron que se llevaran a cabo reuniones técnicas para encontrar una solución y atajar el problema. Pues hasta el momento no se ha realizado ningún encuentro ni se ha puesto en marcha ninguna iniciativa concreta para poner remedio.

Lo único que se hizo, una vez que las quejas se multiplicaron, fue el de colocar sifones en el alcantarillado para que se llenaran de agua y evitaran que el mal olor de las cañerías salieran al exterior. Durante el invierno con las lluvias y el mantenimiento de regado por la calle, llenando estos puntos, parece que se ha conseguido atajar por el momento con el hedor, y hace ya tiempo que nadie tiene que taparse la nariz al caminar por la arteria principal de la ciudad.

Sin embargo, si el problema es alguno de los señalados con anterioridad por parte del Ayuntamiento o de la Junta, se deberá de tomar alguna decisión y actuar, ya que entonces es muy probable que vuelva a surgir el mal olor cuando se acerque el verano. De hecho, el Consistorio prevé tener una reunión interna para determinar medidas que trasladar a la Junta y resolver el conflicto de una vez por todas.

Hay que recordar que según los técnicos municipales, el problema radica en la propia obra del tranvía. Según el Ayuntamiento, existe un fallo técnico evidente que además está perfectamente localizado en cuatro puntos de los tramos más céntricos de la calle Real: las dos esquinas de la plaza del Rey (Isaac Peral y Hermanos Laulhé), la plaza de la Iglesia (junto a la Iglesia Mayor) y en Capitanía, en la confluencia con la calle Diego de Alvear, puntos en los que no está bien rematadas las conexiones de fecales y pluviales.

Por otro lado la Junta asegura que el problema proviene la estación de bombeo de aguas residuales de Pery Junquera y alude a la elevada concentración de sulfuros (por encima de los niveles permitidos) como causa de esos malos olores.