'Made in Germany'
¿Por qué mientras medio mundo naufraga en el mar de la crisis, los alemanes flotan?
Actualizado:Media España estuvo de emigrante en Alemania para matar el hambre, les pusimos la alfombra roja cuando empezaron a gastarse los marcos en nuestras costas, conducimos sus coches, les compramos trenes, electrodomésticos, vemos decenas de películas de alemanes (perversos) y soñamos con empaparnos en su fiesta de la cerveza en Munich. Sin embargo, no tenemos ni idea de su gran secreto: ¿Por qué mientras medio mundo naufraga en el mar de la crisis los alemanes flotan? Con los alemanes hablamos por señas -con las alemanas también- así que no nos entendemos. Bebemos con ellos, reímos con ellos, nos aliamos contra la selección de Holanda, les perdonamos la habilidad de esconder su íntimo complejo de superioridad bajo una capa de campechanía que se agradece. El idioma ha sido una gran barrera para la comunicación. Pero, además, siempre les hemos conocido en sandalias y pantalón corto sosteniendo la jarra más grande de la tasca. Ignoramos el nivel de irritación que pueden llegar a concentrar cuando vuelven a casa si el grifo del vecino gotea por la noche, o el tranvía llega con veinte segundos de retraso o si los griegos les piden rescate después de jubilarse con una pensión superior a la media alemana.
Como en España leemos poco y, mucho menos autores alemanes, no sabemos que uno de sus preferidos es Thomas Man cuando describe en 'La montaña mágica' la capacidad de crear en medio del sufrimiento o del tedio, y la avidez de conocimiento, en una aguda perspectiva de las virtudes y los defectos de la burguesía germana... Es prodigioso que un país devastado después de la Segunda Guerra Mundial, dividido por el muro y desfondado por la derrota y la vergüenza, resurgiera en unos pocos años y se convirtiera en 'El Dorado' para toda la emigración española , italiana, turca o yugoslava. Y tras la caída del muro de Berlín se embarcase en la reunificación que suponía gastarse en la reconstrucción de la nación y en igualar el valor del marco en el este y el oeste más de un billón de euros. ¡Y luego se dice que son tacaños¡ Pero su estrategia y su proyecto vital no admiten dudas. Mientras alrededor suyo los estados se disgregan, ellos refuerzan su unidad. Es más. Alemania ha sido la gran promotora de los proyectos secesionistas croatas, eslovenos, kosovares y otros. Cualquier minoría que alimente sueños emancipadores encontrará en la diplomacia alemana comprensión, solidaridad y... apoyo económico. Con el paso de los años han sabido, sin embargo, crear lo más importante que tienen, el secreto de su éxito, la marca 'made in Germany'. Alemania y lo alemán se asocian a fiabilidad, confianza, exactitud, rigor. Justo lo contrario de lo que le está pasando ahora a España que nuestra marca se asocia a inseguridad, fluctuación, incertidumbre, agotamiento, ineficacia.