EL CATÁLOGO, UNA OBRA DE ARTE EN PAPEL

Las nuevas posibilidades técnicas han facilitado y mucho el reciclaje de estas publicaciones pero, para este paso adelante ha tenido que ver, sobre todo, el giro que sus responsables le han dado a su concepción. Horas y horas de trabajo conjunto del comisario o técnico encargado de la exposición, el autor y el diseñador gráfico del catálogo. El resultado: dos regalos que se presentan a la vez, uno de ellos con larga vida.

Reparto en galerías

En todos estos casos, en los que se recupera la trayectoria de un pintor o fotógrafo, la línea a seguir está muy bien definida. «Que quede todo muy depurado, el catálogo no puede tener más protagonismo que la obra, cuanto más limpio mejor. Hay que presentar claramente la obra de la artista. Es indispensable, obligatorio, que los más punteros tengan su libro», subraya el gestor. El texto, corto o extenso, individual o plural, de presentación o crítico es otro elemento más a tener en cuenta para el diseño de la obra. Uno más, literatura y diseño al servicio de una idea que nace en el mismo momento que la de la colección.

La propia Diputación editó el año pasado un catálogo con todas las obras de arte contemporáneo que atesora la institución. Otra función, quizá la primera, la de inventariar una colección. Y un inventario a lo grande es lo que tienen algunas organizaciones, como Unicaja, que ha puesto en funcionamiento una galería virtual con todos los catálogos de arte editados por la entidad financiera. Para consultar, descargar o comprar. Más títulos que engrandecen el mercado editorial y acercan el arte al gran público.