Rizar el rizo
Actualizado: GuardarLa expresión que sirve para titular este texto proviene de las piruetas realizadas por los pilotos acrobáticos en sus exhibiciones y que se conocen como los rizos y contrarrizos. Cuando una parece el no va más, se añade otra todavía más complicada. Se ha extendido a otros campos y se utiliza para definir cualquier situación que se apura y complica de manera innecesaria cuando ya parecía no dar más de sí. Como cuando se extrema la complejidad de la trama de una película con un giro argumental para producir sorpresa en el espectador.
Pues bien, en Jerez nos estamos haciendo expertos en rizar el rizo. Tenemos multitud de ejemplos de ello. Y casi a diario, para que no se diga. Porque, aquí, cuando queremos algo, no cejamos en el empeño. Le echamos ganas, imaginación y lo que haga falta. ¿Una huelga? Mejor dos. O tres, a poder ser. ¿Una manifestación? A puñados. ¿Una protesta? Nada de cortarse; a diario, no vaya a ser que los que tienen que enterarse no se enteren de la película. Y si hoy nos hemos encerrado en el Ayuntamiento, mañana cortamos el tráfico, pasado impedimos la salida de los autobuses, el otro entramos en un supermercado y conseguimos que nos den unos carros de comida... En lo deportivo también tenemos que rizar el rizo y nuestro club de fútbol tiene que dar más espectáculo que ningún otro, aunque sea desde los despachos y bochornoso a más no poder.
No sé si nos estamos volviendo locos o qué. Si hemos entrado en una espiral demasiado peligrosa. De lo que sí estoy seguro es que este panorama perjudica al conjunto de la ciudad. O aplicamos soluciones ya o la situación no se sostendrá mucho tiempo. Hay quien ya habla de Jerez como la Grecia de la provincia, incluso de Andalucía. Puede sonar exagerado, pero no descabellado del todo. Algo de serenidad y de reflexión estaría bien. Y, lo dicho, soluciones. Porque la crispación resta razón en las formas, pero no siempre en el fondo.