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Los privados dan la nota

Siete de cada diez alumnos de Secundaria necesitan clases particulares para poder aprobar

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Las Pruebas de Evaluación de Diagnóstico que la Consejería de Educación realiza cada año con estudiantes andaluces de Primaria y Secundaria para examinar la calidad del sistema no sólo revelan el nivel educativo de los escolares, sino que desde el año pasado también miden el entorno de cada estudiante prestando especial atención al perfil de los padres, las expectativas académicas de los propios estudiantes, el tiempo que dedican a las tareas de clase y si les gusta o no leer. El informe desprende que los resultados varían mucho en función de la edad, y constata los cambios que se producen con el paso de la escuela al instituto.

En el caso de la provincia de Cádiz, en este análisis participaron durante el curso 2010/2011 los 13.831 alumnos escolarizados en cuarto de Primaria y los 13.622 adolescentes de segundo curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Los resultados reflejan algunas situaciones llamativas, como por ejemplo, que siete de cada diez estudiantes de segundo de ESO precisan clases particulares extraescolares, frente al 12 por ciento registrado entre los alumnos de Primaria. Si se toma esta cifra como representativa de lo que ocurre en los institutos el porcentaje se traduce en que de los 135.116 alumnos matriculados en secundaria en la provincia, 94.581 recibieron apoyo particular por horas pagadas por sus padres.

Del informe también se extrae que para estas clases de apoyo, las familias se decantan por enviar a sus hijos a academias privadas, frente a la posibilidad de aprovechar las horas de apoyo que se imparten en los institutos. En el caso de los escolares de primaria, uno de cada cuatro opta por las clases de apoyo del colegio, mientras que el porcentaje de asistencia a academias privadas baja casi a la mitad con respecto a los de sencundaria. El propio estudio respalda indirectamente la tendencia de los padres mostrando resultados que vienen a constatar que los alumnos que acudieron a clases privadas obtuvieron resultados promedios inferiores a la media, pero por encima de los que depositaron su confianza en las horas extra impartidas centros donde se encuentran escolarizados.

A más edad, menos lectura

Si resulta cuanto menos llamativo que el 70 por ciento de los alumnos de Secundaria precisen de clases de apoyo, no lo es menos que los estudiantes de Primaria dediquen más tiempo a la lectura que los alumnos de ESO. Según el documento elaborado por la Consejería, el 60 por ciento de los alumnos de cuarto de Primaria expresa leer libros diariamente, frente al 40 por ciento de los de segundo de ESO (se da la circunstancia de que uno de cada cuatro alumnos de este curso confiesa abiertamente no leer nunca). Así las cosas, la conclusión principal de este ítem evaluado es que a mayor frecuencia de lectura se obtienen mejores resultados en las áreas relacionadas con la comunicación lingüística (tanto en lengua española como en inglés).

El año pasado por primera vez la prueba incluía un cuadernillo que los alumnos debían llevar a casa para evaluar su entorno familiar y social. Una de las preguntas iba encaminada a conocer el hábito lector de los padres para analizar su repercusión en los resultados obtenidos por sus hijos. Resulta curioso que la mayor presencia de libros en el domicilio familiar vaya asociado a puntuaciones más elevadas. Para el alumnado que procede de hogares en los que no se supera la cifra de 25 libros, las puntuaciones logradas están claramente por debajo del nivel de competencia media, mientras que los que están por encima de ese número lo sobrepasan con holgura. Del mismo modo, el resultado de los estudiantes fue mejor conforme más tiempo dediquen los padres a la lectura.

El informe vuelve a demostrar que las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres en lo referente a idiomas, historia, y todas las materias que tienen que ver con las humanidades en general, a excepción de las áreas relacionadas con el razonamiento matemático, en las que el hombre sigue estando un poco por encima en comprensión.

El nacimiento influye

Otro aspecto destacable es que hay una relación creciente entre el porcentaje de alumnado que ha repetido algún curso y el trimestre de su nacimiento. En segundo de ESO hay un 11 por ciento más de alumnado nacido en el cuarto trimestre que ha repetido un curso, respecto al alumnado nacido en el primer trimestre del año. Estos resultados tienen una explicación razonable pues, a medida que el alumnado va incrementando su edad se atenúa la diferencia de madurez con los compañeros de clase, lo que contrasta con el tópico ventajista de los estudiantes que nacen a final de año, ya que estos, a priori, tienen más posibilidades de repetir.

En lo que se refiere a las expectativas académicas, es llamativo que los estudiantes de Primaria tengan unas miras de futuro más altas que los mayores. El 76 por ciento de ellos espera acabar sus estudios universitarios, una cifra que se reduce hasta el 57,7 por ciento en los alumnos de Secundaria (un 8,5 por ciento admite que su única expectativa es acabar la Secundaria Obligatoria). Estos resultados se relacionan con el gusto por los estudios, mientras que el 80 por ciento de los alumnos de Primaria dice que les gusta estudiar, el 50 por ciento de los de ESO opinan lo contrario.

Por último, un mensaje para los padres, los mejores promedios se corresponden con los colectivos de alumnado de padres con estudios universitarios (cuadriplicando los puntos obtenidos por los niños con padres sin estudios).