La crisis se ha llevado por delante 177.300 empresas en cuatro años
Un estudio de Esade alerta que los ajustes en el gasto público pueden frustrar los despegues de sanidad y educación
MADRID.Actualizado:La crisis se ha llevado por delante 177.300 empresas españolas en cuatro años, lo que equivale a una reducción del 11,7% respecto a las existentes cuando se desataron las primeras turbulencias financieras. Han resistido mejor las de mayor dimensión -de 500 asalariados en adelante- y las muy pequeñas, aquellas que cuentan con dos personas como máximo. Principales víctimas han sido las pequeñas y medianas compañías con plantillas de 10 a 49 trabajadores, que sufren un desplome del 20%. Por comunidades, las más acusadas caídas se produjeron, entre los ejercicios 2008 y 2011, en Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía, y las más moderadas, siempre en orden descendente, en Galicia, Navarra y el País Vasco.
Para nadie es un secreto que ha sido la construcción el sector más afectado, con la destrucción del 37% de las empresas, pero un estudio realizado por Anna Laborda, profesora de la escuela de negocios Esade, aporta algunas pistas para explicar el diferente impacto que el desplome del 'ladrillo' ha tenido según territorios. El parón en seco de la vivienda ha tenido un efecto arrastre sobre el sector industrial, donde la reducción fue del 15%, y la autora explica las razones por las que en alguna comunidad el deterioro no ha sido proporcional al peso de la construcción en su sistema productivo.
«En Cataluña, la destrucción causada por la construcción y sus efectos colaterales en la industria se han visto algo matizados porque muchas empresas de 1 a 3 trabajadores tienen la valentía de intentar una y otra vez salir adelante y han demostrado ser capaces de reconvertirse sobre la marcha a otras actividades». Apunta que una menor tradición del trabajo autónomo ha podido ser la causa de que en el País Vasco el impacto haya sido algo mayor del que hubiera cabido esperar por las reducidas consecuencias directas del desplome de la construcción. Esta comunidad presenta la menor tasa de reducción de sociedades con trabajadores de toda España y le acompañan en las mejores posiciones otras autonomías del norte, alejadas todas ellas de la burbuja inmobiliaria del Mediterráneo.
También Madrid sale mejor parada, con una destrucción del 9% de las sociedades, proporción inferior a la media, pero la explicación se encuentra en este caso en la mayor concentración de grandes empresas, que son las que están capeando la crisis con mayor fortuna.
Sin asalariados
Pero la crisis ha tenido otro efecto muy particular. La larga etapa de depresión económica ha provocado el aumento de las empresas sin trabajadoresa sueldo, que entre 2008 y 2011 se han incrementado en 40.974, mientras las que cuentan con asalariados se han reducido en 212.610. Era una evolución previsible, porque de la destrucción de empresas con pequeñas plantillas surgen muchos empresarios que se convierten en autónomos sin trabajadores, y también asalariados que pasan a ser autónomos.
Por eso el estudio utiliza, además de los datos del Ministerio de Empleo sobre las empresas afiliadas a la Seguridad Social, los procedentes del directorio del Instituto Nacional de Estadística (DIRCE) para incluir las compañías sin empleados. El cómputo de las empresas sin trabajadores modifica de forma muy notable la situación de las comunidades, hasta el punto de que País Vasco y Navarra, las dos mejor posicionadas según los registros de la Seguridad Social, presentan tasas de destrucción de empresas superiores al promedio nacional, que en este caso muestra un recorte del 5% -de 3.422.239 en 2008 pasaron a 3.250.576 en 2011-. Cataluña mejora, mientras que la Comunidad Valenciana y Murcia siguen liderando el ranking de comunidades autónomas con mayor destrucción de empresas, tanto si se computa el total como si solo se incluyen las que tienen asalariados.
Educación y sanidad
Junto al dinamismo de las microempresas y la resistencia de las grandes, el otro elemento de supervivencia han sido los servicios, capaces de aguantar el diluvio con una destrucción de empresas de apenas el 3,5% Dentro de los servicios se observan variaciones negativas en el comercio -una reducción del 6,3%, que sin duda se corresponde con la sequía del consumo-, compensada por la evolución positiva de la actividad administrativa, donde se registra un aumento de las empresas del 19%, de las sanitarias, con incremento del 14% y de las educativas, con un repunte del 12,4%.
Anna Laborda enciende las alertas en este punto. «Además de las compañías del sector sanitario, también las educativas se han mostrado especialmente activas durante la crisis», comenta. Pero añade que justamente estas áreas se sostienen en muchos casos con apoyo público, y los ajustes necesarios para reducir el déficit están recortando las aportaciones. Por eso considera muy importante que no se sacrifiquen, y que el sector privado reaccione pronto.
También alarma a la autora del informe la drástica disminución en el número de empresas destinadas a investigación y desarrollo, que han pasado de 17.700 en 2008 a 6.600 en 2011. Explica que, en algunos casos, el recorte puede deberse a la fusión de sociedades, pero habría que considerar esa trayectoria un «aviso de emergencia» porque lo que menos conviene ahora mismo a la economía española es un recorte de la actividad de i-d, esencial para proceder al cambio del modelo.